Sobre la obra
https://valentina-lujan.es/V/vinieron.pdf
Vinieron, los que habían ido. Y los que estaban se fueron…
difuminando,
despacio,
disolviéndose en la nada
despejada,
pavorosa,
desmañada,
mañana de aquel día claro en que despuntó el ocaso de un miedo que no por necio dejara que lo asustasen otras
mañanas
mañosas,
traviesas,
esperanzadas,
tan lejanas en el tiempo que la memoria alcanzaba y tan próximas al punto
de partida,
para siempre,
por la mitad,
que aguardaba los ahoras que volvían trayendo ausencias de fatuas sombras que habían sido
dueñas,
y señoras,
y tiranas,
de las almas y las mentes de los cuerpos que habitaban.
*
Soliloquios
Poesía
Sobre el creador
Escritora, porque la escritura es lo que profeso. Pero, no siendo la escritura mi fuente de ingresos, no me atrevería a denominarla mi profesión. No creo, por otra parte, que estuviera dispuesta a avenirme a complacer a nadie, lector o editor. Ni a comprometerme a cumplir los plazos de entrega a que deben ceñirse tantos de los que publican. Literatura por encargo, como si el escritor fuera un sastre o un fabricante de electrodomésticos. Me espanta el sólo pensarlo.
No tengo formación académica.
Ah, que se me olvidaba explicar a mis lectores, y a mis seguidores, y a mis amigos y enemigos, por qué "Telas de araña con bastón, canario y abanico"; y ello es por algo tan sencillo como el hecho de que la vida, todas las vidas, son exactamente una tela de araña, entretejiéndose, las unas con las otras.
He de confesar también que el título no se me ocurrió a mí; no. El título es el de un cuadro, grande, al óleo, que vi hace muchos años no recuerdo ya dónde en una exposición y en el que, aunque me dejé los ojos escrutándolo, no logré encontrar ni el bastón ni el canario ni el abanico y que, además y desafortunadamente, no recuerdo el nombre del autor.