Sobre la obra
https://valentina-lujan.es/D/delcolordelasangre.pdf
Del color de la sangre y del silbar del viento, del cobre entrechocando y el crepitar del fuego, del olor de la espera y el despertar del viejo y del sueño del niño y el temblor de las ramas y el arrastrar de cuerpos después de mil batallas libradas que arrojaron resultados malditos que nadie querría luego y, sobre las cenizas, el hedor y los huesos, el limpio halo de ausencia, de leve halar de un tiempo que antes de hacerse vida, desvelos y proyectos, ni recuerdo ni historia, ni triunfo ni lamento, estaba siendo sólo el instante supremo que pudo no ser nunca acorde de destierro discordante de un todo quebrado por lo incierto.
5 de abril de 2011
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Poesía
Sobre el creador
Escritora, porque la escritura es lo que profeso. Pero, no siendo la escritura mi fuente de ingresos, no me atrevería a denominarla mi profesión. No creo, por otra parte, que estuviera dispuesta a avenirme a complacer a nadie, lector o editor. Ni a comprometerme a cumplir los plazos de entrega a que deben ceñirse tantos de los que publican. Literatura por encargo, como si el escritor fuera un sastre o un fabricante de electrodomésticos. Me espanta el sólo pensarlo.
No tengo formación académica.
Ah, que se me olvidaba explicar a mis lectores, y a mis seguidores, y a mis amigos y enemigos, por qué "Telas de araña con bastón, canario y abanico"; y ello es por algo tan sencillo como el hecho de que la vida, todas las vidas, son exactamente una tela de araña, entretejiéndose, las unas con las otras.
He de confesar también que el título no se me ocurrió a mí; no. El título es el de un cuadro, grande, al óleo, que vi hace muchos años no recuerdo ya dónde en una exposición y en el que, aunque me dejé los ojos escrutándolo, no logré encontrar ni el bastón ni el canario ni el abanico y que, además y desafortunadamente, no recuerdo el nombre del autor.