Sobre la obra
https://valentina-lujan.es/U/unsilencionom.pdf
Un silencio no mayor que el azul algo frágil pero muy contundente que con el roce acaramelado de la somnolencia se va desprendiendo de la superficie de un olvido — indeleble y de apariencia oblicua pero lo bastante esquivo, desmembrado a veces pero nunca angosto, para hacer plausible el alboroto de los bucles desfilando en estrechas constelaciones hirvientes o abrumadas que se extrapolaban desde las cuencas de sus vértices — se detuvo, en seco y de soslayo, sorprendida la audacia por un inveterado latir de nada oscuro y sí muy filiforme, como de aliento o plasma, frente al destilar lento de frecuencias dolientes de onerosas desganas.
Viró luego a su izquierda para izarse desde la perspectiva de su equilibrio tan precario hasta lograr — a duras penas de algo que intentó recordar como basalto pero no tan frío como la densidad que se adivina en los halos de rosa mal trenzado — encararse con la eventualidad algo sesgada de irrumpir en el espacio reservado a los augurios envejecidos por el uso abusivo de no supo (ante la ausencia de segmentos) desgranar qué suaves o erizadas de crepúsculos lluviosos sustancias ya desnudas de los visos de pálpitos que alguna vez tuvieron no entre sus garras pero sí un miedo ilógico asido de las hebras desgajadas del fondo calcinado y muy ligeramente putrefacto de un todavía humeante devastado aliento.
21 de abril de 2011
Silogismos
Poesía
Sobre el creador
Escritora, porque la escritura es lo que profeso. Pero, no siendo la escritura mi fuente de ingresos, no me atrevería a denominarla mi profesión. No creo, por otra parte, que estuviera dispuesta a avenirme a complacer a nadie, lector o editor. Ni a comprometerme a cumplir los plazos de entrega a que deben ceñirse tantos de los que publican. Literatura por encargo, como si el escritor fuera un sastre o un fabricante de electrodomésticos. Me espanta el sólo pensarlo.
No tengo formación académica.
Ah, que se me olvidaba explicar a mis lectores, y a mis seguidores, y a mis amigos y enemigos, por qué "Telas de araña con bastón, canario y abanico"; y ello es por algo tan sencillo como el hecho de que la vida, todas las vidas, son exactamente una tela de araña, entretejiéndose, las unas con las otras.
He de confesar también que el título no se me ocurrió a mí; no. El título es el de un cuadro, grande, al óleo, que vi hace muchos años no recuerdo ya dónde en una exposición y en el que, aunque me dejé los ojos escrutándolo, no logré encontrar ni el bastón ni el canario ni el abanico y que, además y desafortunadamente, no recuerdo el nombre del autor.