Sobre la obra
http://valentina-lujan.es/J/jocososcoralinos.pdf
Rumbos perdidos de pisadas que no huyeron de las huellas que las perseguían encontraron en la vuelta de un camino los rastros que dejaron los suspiros de hendiduras arrojadas desde arriba por los sueños soñados por los ciegos desnudos de colores y de líneas y vestidos tan sólo del acorde arrítmico destemplado discordante del chirriar indiferente de los goznes de los portones que abren su destino al errabundo caminante atento a nada más fijar su olvido en el timón sin meta y sin castigo.
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Coralinos retruécanos de asfálticos simbióticos intrépidos erráticos apócrifos exultos de modélicos mitómanos andares a derivas de pasiones ocultas o despóticas o inhóspitas famélicas presuntas presunciones de esclarecidas inocencias, arroban y erradican y arrebolan mejillas de pudendas confusiones absortas en buscarle las cosquillas a las mórbidas redundantes rubicundas insolentes aseveraciones imbuidas de la rotunda redondez que abunda en soberbia vacuidad supina.
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Jocosos escaramujos tocados con violines narcotizan, voceando brazos desgranados de zozobra de bajeles a derivas, al nonagésimo arrasar erotizante de carámbanos daltónicos que intentan alicaídos sobreseer, en su impericia, el menesteroso errar del coladero de un egocentrismo anonadado y letal que deviene, en su estulticia, en atardecer de la llorona ralladura dolorosa del monótono zarpar de limoneros que debe, en su bregar, adormecer a los zumbidos narigudos que adoquinan el enorme zaherir calamitoso soberano de dádivas y orquídeas.
13 de octubre de 2010
Silogismos
Poesía
Sobre el creador
Escritora, porque la escritura es lo que profeso. Pero, no siendo la escritura mi fuente de ingresos, no me atrevería a denominarla mi profesión. No creo, por otra parte, que estuviera dispuesta a avenirme a complacer a nadie, lector o editor. Ni a comprometerme a cumplir los plazos de entrega a que deben ceñirse tantos de los que publican. Literatura por encargo, como si el escritor fuera un sastre o un fabricante de electrodomésticos. Me espanta el sólo pensarlo.
No tengo formación académica.
Ah, que se me olvidaba explicar a mis lectores, y a mis seguidores, y a mis amigos y enemigos, por qué "Telas de araña con bastón, canario y abanico"; y ello es por algo tan sencillo como el hecho de que la vida, todas las vidas, son exactamente una tela de araña, entretejiéndose, las unas con las otras.
He de confesar también que el título no se me ocurrió a mí; no. El título es el de un cuadro, grande, al óleo, que vi hace muchos años no recuerdo ya dónde en una exposición y en el que, aunque me dejé los ojos escrutándolo, no logré encontrar ni el bastón ni el canario ni el abanico y que, además y desafortunadamente, no recuerdo el nombre del autor.