Sobre la obra
https://valentina-lujan.es/Q/queduermen.pdf
Qué duerme en los recuerdos de otras vidas que olvidadas renuncian a velar por sus secretos,
y los dejan, volar o a buen recaudo,
a plena luz o a la sombra aterida entre los pliegues de ilusiones fantasmales de otro tiempo que cristalizan en poliedros de texturas,
áridas estas, aquellas sin resuello,
ajenas todas a nada que no fuese el terco empeño,
la sin razón rareza,
del no querer usurpar de su frente el torvo ceño a la vieja redención que no responde a ruegos,
ni a llamadas,
ni al callado plañir bajo el crujido del sediento rasgar el haz de luz que no se estrecha,
buscando ser en su viajar la flecha que acierte en la diana,
y se quede para siempre allí clavada,
y en lo sucesivo nunca hiera.
21 de mayo de 2013
Oquios
Sobre el creador
Escritora, porque la escritura es lo que profeso. Pero, no siendo la escritura mi fuente de ingresos, no me atrevería a denominarla mi profesión. No creo, por otra parte, que estuviera dispuesta a avenirme a complacer a nadie, lector o editor. Ni a comprometerme a cumplir los plazos de entrega a que deben ceñirse tantos de los que publican. Literatura por encargo, como si el escritor fuera un sastre o un fabricante de electrodomésticos. Me espanta el sólo pensarlo.
No tengo formación académica.
Ah, que se me olvidaba explicar a mis lectores, y a mis seguidores, y a mis amigos y enemigos, por qué "Telas de araña con bastón, canario y abanico"; y ello es por algo tan sencillo como el hecho de que la vida, todas las vidas, son exactamente una tela de araña, entretejiéndose, las unas con las otras.
He de confesar también que el título no se me ocurrió a mí; no. El título es el de un cuadro, grande, al óleo, que vi hace muchos años no recuerdo ya dónde en una exposición y en el que, aunque me dejé los ojos escrutándolo, no logré encontrar ni el bastón ni el canario ni el abanico y que, además y desafortunadamente, no recuerdo el nombre del autor.