Sobre la obra
https://valentina-lujan.es/N/noloniegues.pdf
No lo niegues no te escondas1 ni reniegues ni hagas mofa2 de qué fue que no es ahora3 ni será sino en la hora4 en que asumas la derrota5 en batalla redentora6 que pondrá cerco a las sombras7 que te abruman y se engolfan8 y te ocultan y te asombran9 la claridad cegadora10 que hoy no ves porque te asola11 te acongoja y te desola12 la soledad pavorosa13 que te aleja de la proba14 convicción de que habrá otra15 realidad que si ahora ignoras16 lo será cuando al fin rompas17 las cadenas opresoras18 que hoy entiendes que te arropan19 mas te brindan mentirosas20 el favor de protectoras21 mostrarse como mentoras22 de verdades que no alojan23 en tu corazón más cosa24 que la desazón dolosa25 que del alma se hace doña26 cuando sin soñar te dejas27 arrastrar por la modorra28 que te adormece y te atonta29 y te impide que te expongas30 al arranque que te arroba31 de elevarte victoriosa32 sobre las ruinas roñosas33 de miedos y otras ponzoñas34 de que sólo serás libre35 cuando con valor respondas36.
30 de mayo de 2016
Rap
Sobre el creador
Escritora, porque la escritura es lo que profeso. Pero, no siendo la escritura mi fuente de ingresos, no me atrevería a denominarla mi profesión. No creo, por otra parte, que estuviera dispuesta a avenirme a complacer a nadie, lector o editor. Ni a comprometerme a cumplir los plazos de entrega a que deben ceñirse tantos de los que publican. Literatura por encargo, como si el escritor fuera un sastre o un fabricante de electrodomésticos. Me espanta el sólo pensarlo.
No tengo formación académica.
Ah, que se me olvidaba explicar a mis lectores, y a mis seguidores, y a mis amigos y enemigos, por qué "Telas de araña con bastón, canario y abanico"; y ello es por algo tan sencillo como el hecho de que la vida, todas las vidas, son exactamente una tela de araña, entretejiéndose, las unas con las otras.
He de confesar también que el título no se me ocurrió a mí; no. El título es el de un cuadro, grande, al óleo, que vi hace muchos años no recuerdo ya dónde en una exposición y en el que, aunque me dejé los ojos escrutándolo, no logré encontrar ni el bastón ni el canario ni el abanico y que, además y desafortunadamente, no recuerdo el nombre del autor.