Sobre la obra
http://valentina-lujan.es/alicia/elmenornin.pdf
que organizó, por cierto, una buena escandalera antes de partir negándose a separarse aunque fuese nada más un ratito del abuelo, con el que tan encariñado estaba.
Se consideró entonces la posibilidad de que fuera el mayor quien nos acompañase ― en la señora Ramírez madre, tan atenta siempre a sus obligaciones y hora que estaba siendo ya casi de preparar la merienda a su esposo, no había ni que pensar ―, pero hubo que desistir porque el chico había perdido tanto tiempo con la traducción de las explicaciones del abuelo, primero, y luego traduciéndole a él todo cuanto había ido diciendo la vecina, que iba enormemente retrasado con sus deberes y no quedó más alternativa que la de que fuese él (el pequeño) con los padres para que, así , los grupos quedaran igualados y por doble partida, encima; porque además de quedar equilibrados tres y tres había, en ambos, dos adultos y un niño de manera que, cuando luego se echaran las cuentas de cuánto había retrocedido un grupo y cuanto había dejado las cosas como estaban el otro, el resultado fuese que las fuerzas habían estado niveladas.
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Desde que tenemos cocinera no deja Lola de hacerme sugerencias. A veces sus versiones no son sustancialmente muy diferentes de las mías; pero les da tal vez otra perspectiva, ve las cosas con otro criterio, y a mí me falta en muchas ocasiones la objetividad necesaria para discernir si me sería más conveniente quedarme ― para cuando lo ponga todo en limpio ― con su forma de hacer o con la mía. A veces hago una especie de refrito, entre lo suyo y lo mío; pero hoy, no sé, estoy cansado.; así que me quedo con sus papeles y con los míos y ya decidiré qué hacer en otro momento.
Versaciones
Sobre el creador
Escritora, porque la escritura es lo que profeso. Pero, no siendo la escritura mi fuente de ingresos, no me atrevería a denominarla mi profesión. No creo, por otra parte, que estuviera dispuesta a avenirme a complacer a nadie, lector o editor. Ni a comprometerme a cumplir los plazos de entrega a que deben ceñirse tantos de los que publican. Literatura por encargo, como si el escritor fuera un sastre o un fabricante de electrodomésticos. Me espanta el sólo pensarlo.
No tengo formación académica.
Ah, que se me olvidaba explicar a mis lectores, y a mis seguidores, y a mis amigos y enemigos, por qué "Telas de araña con bastón, canario y abanico"; y ello es por algo tan sencillo como el hecho de que la vida, todas las vidas, son exactamente una tela de araña, entretejiéndose, las unas con las otras.
He de confesar también que el título no se me ocurrió a mí; no. El título es el de un cuadro, grande, al óleo, que vi hace muchos años no recuerdo ya dónde en una exposición y en el que, aunque me dejé los ojos escrutándolo, no logré encontrar ni el bastón ni el canario ni el abanico y que, además y desafortunadamente, no recuerdo el nombre del autor.