Sobre la obra
https://valentina-lujan.es/alicia/conocimientoalguno.pdf
de cualquier acontecimiento doloroso del pasado, que es lo que tú elegiste siempre cuando, en tu desmedido afán de protagonismo y con ese deseo enfermizo de querer ser el propio único Dios y la propia criatura única de aquel mundo tan tuyo y tan absurdo, tirabas con una desfachatez apabullante por la calle de en medio y te dejabas a la gente — y no ya a la directamente implicada en lo que no quisieras recordar, sino a cualquiera que cometiese la torpeza de estar “allí”, por azar o tan sólo de paso y sin conocimiento alguno de… — sin pasado, o sin familia, o sin historia, o sin de nada y, si por algún incomprensible error de su azaroso destino, alguien tenía de algo ya te las ingeniabas tú para arrebatárselo o hacérselo olvidar o, caso de tener algún futuro, tranquilamente y sin la menor piedad truncárselo.
Nota:
Perdone por lo del tuteo, pero me he debido de dejar llevar, por un impulso meramente literario porque por qué otra cosa podría ser — y es que ya le tengo dicho que a mí todo esto me sobrepasa, que me está quitando la vida y el sueño, que no sirvo yo para mirar las cosas con distancia y lo mejor va a ser, que ya se lo he dicho con el permiso de usted (aunque aún no se lo he pedido, recuérdemelo con uno de esos papelitos amarillos en la nevera) María de los Dolores márchate y no vuelvas más, y que yo me volveré a ocupar de las comidas, (que es por lo que le digo que si pega el papelito en la nevera lo volveré a ver, pero si no no) —, imbuida del temperamento maternal de la suya, de su madre, con la que he soñado por efecto posiblemente de la resaca por lo del Alka Seltzer, que me causa siempre muchas pesadillas. Ah, y que perdón por lo del tuteo, pero que estaba muy nerviosa o muy cansada o las dos cosas.
Versaciones, Lola
Sobre el creador
Escritora, porque la escritura es lo que profeso. Pero, no siendo la escritura mi fuente de ingresos, no me atrevería a denominarla mi profesión. No creo, por otra parte, que estuviera dispuesta a avenirme a complacer a nadie, lector o editor. Ni a comprometerme a cumplir los plazos de entrega a que deben ceñirse tantos de los que publican. Literatura por encargo, como si el escritor fuera un sastre o un fabricante de electrodomésticos. Me espanta el sólo pensarlo.
No tengo formación académica.
Ah, que se me olvidaba explicar a mis lectores, y a mis seguidores, y a mis amigos y enemigos, por qué "Telas de araña con bastón, canario y abanico"; y ello es por algo tan sencillo como el hecho de que la vida, todas las vidas, son exactamente una tela de araña, entretejiéndose, las unas con las otras.
He de confesar también que el título no se me ocurrió a mí; no. El título es el de un cuadro, grande, al óleo, que vi hace muchos años no recuerdo ya dónde en una exposición y en el que, aunque me dejé los ojos escrutándolo, no logré encontrar ni el bastón ni el canario ni el abanico y que, además y desafortunadamente, no recuerdo el nombre del autor.