Sobre la obra
https://valentina-lujan.es/U/unpocodeironia.pdf
Un poco de ironía y un algo de qué importa y un apenas el rastro de qué querencia impía pidiendo sin palabras que nadie nunca diga qué fue lo que pudiera haber sido no dicho es lo que yo quisiera decir antes de irme allí de donde nunca debiera yo partirme, desgajarme del árbol que no sé si es de vida o nada más de ramas tiernas que sin pericia se extienden y bifurcan y parten por quién sabe cuántas o cuales vías que discurren mezclándose, enlazándose amigas, con otras vías muy otras, dispares y distintas, que sin saberlo envuelven en su maraña risas y lágrimas y cuentos y qué cuentas perdidas de rosarios rezados a solas y sin prisas adormeciendo dulces silencios que se esquivan al fragor de la lucha a que empuja la vida.
6 de septiembre de 2013
Entelequios
Poesía
Sobre el creador
Escritora, porque la escritura es lo que profeso. Pero, no siendo la escritura mi fuente de ingresos, no me atrevería a denominarla mi profesión. No creo, por otra parte, que estuviera dispuesta a avenirme a complacer a nadie, lector o editor. Ni a comprometerme a cumplir los plazos de entrega a que deben ceñirse tantos de los que publican. Literatura por encargo, como si el escritor fuera un sastre o un fabricante de electrodomésticos. Me espanta el sólo pensarlo.
No tengo formación académica.
Ah, que se me olvidaba explicar a mis lectores, y a mis seguidores, y a mis amigos y enemigos, por qué "Telas de araña con bastón, canario y abanico"; y ello es por algo tan sencillo como el hecho de que la vida, todas las vidas, son exactamente una tela de araña, entretejiéndose, las unas con las otras.
He de confesar también que el título no se me ocurrió a mí; no. El título es el de un cuadro, grande, al óleo, que vi hace muchos años no recuerdo ya dónde en una exposición y en el que, aunque me dejé los ojos escrutándolo, no logré encontrar ni el bastón ni el canario ni el abanico y que, además y desafortunadamente, no recuerdo el nombre del autor.