Sobre la obra
https://valentina-lujan.es/L/mismidad.pdf Mismidad nigromante obsolescencia, fárrago gutapercha orfandad, parterre quintaesencia ribazo a vueltas, o escondidas, trepidantes aconteceres incendiarios de pasiones afanosas por alzarse con los laureles de triunfos mitificados a desgana enarbolando antorchas frente a espadas o, en el transitar del por dónde al ni de cuando, desvaríos rozando casi al viento, cálido, en exceso bruñido o inculpado… – ¿Por quién? ¿Y no, por qué, no preguntar por algo? – Ya, sí, puede, pero… ¿por qué interesarse por un por? Habiendo, ¿verdad?, tantos para, tantos pero, tantos es qué… – Y, sin embargo… ¡Sin embargo! Qué buena ocurrencia. – No sé, pero… Ya está consignado. – Pero… No insista, se lo ruego; no ha lugar. – Sin embargo… También lo está. – Aunque. Y que muy engorrosa esa manía — concluyó — de idealizar a los muertos. 17 de marzo de 2023 Etiqueta: Quimeras Categoría: Prosa
Sobre el creador
Escritora, porque la escritura es lo que profeso. Pero, no siendo la escritura mi fuente de ingresos, no me atrevería a denominarla mi profesión. No creo, por otra parte, que estuviera dispuesta a avenirme a complacer a nadie, lector o editor. Ni a comprometerme a cumplir los plazos de entrega a que deben ceñirse tantos de los que publican. Literatura por encargo, como si el escritor fuera un sastre o un fabricante de electrodomésticos. Me espanta el sólo pensarlo.
No tengo formación académica.
Ah, que se me olvidaba explicar a mis lectores, y a mis seguidores, y a mis amigos y enemigos, por qué "Telas de araña con bastón, canario y abanico"; y ello es por algo tan sencillo como el hecho de que la vida, todas las vidas, son exactamente una tela de araña, entretejiéndose, las unas con las otras.
He de confesar también que el título no se me ocurrió a mí; no. El título es el de un cuadro, grande, al óleo, que vi hace muchos años no recuerdo ya dónde en una exposición y en el que, aunque me dejé los ojos escrutándolo, no logré encontrar ni el bastón ni el canario ni el abanico y que, además y desafortunadamente, no recuerdo el nombre del autor.