Sobre la obra
https://valentina-lujan.es/B/bellosbatrac.pdf Bellos batracios bellacos, beligerantes e imberbes, embadurnan embrujados brújulas que se revierten tentadoras en doradas asoladoras vorágines inestables y volubles, emblemáticas y causticas, castradoras de casuísticas casi siempre pretenciosas pendencieras y ramplonas que responden a pomposas pandemias que se amontonan en narcóticos cosméticos para consumo, cuidado, de damas adineradas dadivosas y profanas de qué finta o filigrana las librará de las garras de la vacuidad que emana de la mema tabla rasa que es el alma en la que nada nada que no sea la vana futilidad que anonada y apabulla y atalanta a inanes que, amotinados, andan necios tras sus pasos. Etiqueta: Calambures Categoría: Poesía
Registrado en Safe Creative
Código: | 2304294201456 |
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Fecha: | 29-abr-2023 22:39 UTC |
Autor: | Valentina Luján |
Licencia: | Todos los derechos reservados |
Sobre el creador
Escritora, porque la escritura es lo que profeso. Pero, no siendo la escritura mi fuente de ingresos, no me atrevería a denominarla mi profesión. No creo, por otra parte, que estuviera dispuesta a avenirme a complacer a nadie, lector o editor. Ni a comprometerme a cumplir los plazos de entrega a que deben ceñirse tantos de los que publican. Literatura por encargo, como si el escritor fuera un sastre o un fabricante de electrodomésticos. Me espanta el sólo pensarlo.
No tengo formación académica.
Ah, que se me olvidaba explicar a mis lectores, y a mis seguidores, y a mis amigos y enemigos, por qué "Telas de araña con bastón, canario y abanico"; y ello es por algo tan sencillo como el hecho de que la vida, todas las vidas, son exactamente una tela de araña, entretejiéndose, las unas con las otras.
He de confesar también que el título no se me ocurrió a mí; no. El título es el de un cuadro, grande, al óleo, que vi hace muchos años no recuerdo ya dónde en una exposición y en el que, aunque me dejé los ojos escrutándolo, no logré encontrar ni el bastón ni el canario ni el abanico y que, además y desafortunadamente, no recuerdo el nombre del autor.