Sobre la obra
https://valentina-lujan.es/P/porconsiguiente.pdf
… por consiguiente, y sin perjuicio de tergiversación extrapolable más allá de lo permitido y estipulado por las autoridades prosapientes como subyacente a lo que de intramundano fuere aconsejable el detectar – y llegado el caso erradicar – en los comportamientos de la ciudadanía, se deduce, de la cuota líquida resultante de la subversión de los términos medios por los de búsqueda y una vez restados los municipales con sus correspondientes pedanías, que, en solidaridad con los viandantes atrincherados entre seis semanas y cuarenta y dos días de los corrientes ni lectivos ni endosados, el porcentaje de la rentabilidad de la modorra dividido por el multiplicando de diecisiete menos sesenta y tres elevado al quinto elemento decorativo que se guarda en el cuarto trastero bajo llave y sobre la una y media de la tarde si es veneno y las once de la noche estrellada contra la pared del fondo junto al conjunto de perlé amarillo si es contento arrendará – sin perjuicio del derecho de réplica que en tantas ocasiones deniegan los reveses de la vida – las ganancias correspondientes a los méritos de que fuese acreedor el que debiera cursar la petición que irá, como no puede ser menos ni por tanto más comprensible el soterrar, perfectamente grapada con la solicitud y amabilidad consustanciales al humor sea vítreo o acuoso del interesado que, y aunque a nadie le importe todo el mundo lo sabe, es siempre magnífico o, por lo menos, sujeta con un alfiler…
8 de junio de 2017
Sobre el creador
Escritora, porque la escritura es lo que profeso. Pero, no siendo la escritura mi fuente de ingresos, no me atrevería a denominarla mi profesión. No creo, por otra parte, que estuviera dispuesta a avenirme a complacer a nadie, lector o editor. Ni a comprometerme a cumplir los plazos de entrega a que deben ceñirse tantos de los que publican. Literatura por encargo, como si el escritor fuera un sastre o un fabricante de electrodomésticos. Me espanta el sólo pensarlo.
No tengo formación académica.
Ah, que se me olvidaba explicar a mis lectores, y a mis seguidores, y a mis amigos y enemigos, por qué "Telas de araña con bastón, canario y abanico"; y ello es por algo tan sencillo como el hecho de que la vida, todas las vidas, son exactamente una tela de araña, entretejiéndose, las unas con las otras.
He de confesar también que el título no se me ocurrió a mí; no. El título es el de un cuadro, grande, al óleo, que vi hace muchos años no recuerdo ya dónde en una exposición y en el que, aunque me dejé los ojos escrutándolo, no logré encontrar ni el bastón ni el canario ni el abanico y que, además y desafortunadamente, no recuerdo el nombre del autor.