Sobre la obra
https://valentina-lujan.es/A/altoscastillos.pdf
Altos castillos de arena, al batir de vendavales contra muros de promesas que se desmoronan lánguidas, desguazadas, devenidas de su altiva compostura en desheredadas trizas, se encuentran, a la deriva, olvidos nunca pensados y jamás cumplidas citas, a la sombra o al abrigo de abigarrados rescoldos de palabras desmembradas en sílabas que se buscan por encontrar qué decirse, enlazadas, sin codicia, sin afán de ser mensaje que encierre en sus líneas frías nada que sentido guarde por significar partido de tal o cual dependencia, de estas o de aquellas briznas, desgajadas de los tiempos en que se soñaron listas para partir por lo hondo y remontar por la cima.
17 de marzo de 2019
Sobre el creador
Escritora, porque la escritura es lo que profeso. Pero, no siendo la escritura mi fuente de ingresos, no me atrevería a denominarla mi profesión. No creo, por otra parte, que estuviera dispuesta a avenirme a complacer a nadie, lector o editor. Ni a comprometerme a cumplir los plazos de entrega a que deben ceñirse tantos de los que publican. Literatura por encargo, como si el escritor fuera un sastre o un fabricante de electrodomésticos. Me espanta el sólo pensarlo.
No tengo formación académica.
Ah, que se me olvidaba explicar a mis lectores, y a mis seguidores, y a mis amigos y enemigos, por qué "Telas de araña con bastón, canario y abanico"; y ello es por algo tan sencillo como el hecho de que la vida, todas las vidas, son exactamente una tela de araña, entretejiéndose, las unas con las otras.
He de confesar también que el título no se me ocurrió a mí; no. El título es el de un cuadro, grande, al óleo, que vi hace muchos años no recuerdo ya dónde en una exposición y en el que, aunque me dejé los ojos escrutándolo, no logré encontrar ni el bastón ni el canario ni el abanico y que, además y desafortunadamente, no recuerdo el nombre del autor.