Sobre la obra
https://valentina-lujan.es/m/miamoralarte.pdf
Dos días llevan dando la murga todos los cultos y sensibles de este país con la muerte de Paco de Lucía, deshaciéndose en elogios para su arte o para lo insigne e irrepetible artista que ha sido.
No tengo nada que objetar. Mi sensibilidad para cualquier tipo de expresión musical ha sido siempre nula. Nunca me ha emocionado más el sonido de una guitarra que las pedorretas del tubo de escape de una moto.
Tanto duelo…
Ha sido una persona que ha merecido respeto y admiración y prestigio por hacer bien lo que sabía hacer bien ¿Merece tanto elogio algo tan obligado como lo es hacer bien lo que se sabe hacer bien?
Pero, ya digo, no entiendo de esas cosas.
Nunca me ha conmovido lo bonito, ni lo delicado, ni lo excelso.
Me conmueve ver el cada día del mundo en el que vivo. Ir caminando por la calle, o viajar en el metro, y ver tanta tristeza en tantos ojos, y tanto abatimiento pesando sobre tantos hombros, y tanta indiferencia de cada transeúnte atribulado hacia la tribulación del transeúnte atribulado con el que se cruza.
Me conmueve ver tanta miseria y tanta pobreza. Y tanto egoísmo y tanto ver y vivir cómo cada ser humano somos un buitre carroñero intentando sacar con todo tipo de argucias los hígados al buitre carroñero de al lado.
Y el sufrimiento y el dolor y la mezquindad a que impelen las carencias.
Me pone un nudo en la garganta ver cómo nos abordamos los unos a los otros siempre pidiendo y demandando algo, nunca ofreciendo ni dando.
Todas esas cosas me conmueven. Pero no el arte.
El arte, todo el arte, me trae completamente al fresco.
1 de marzo de 2014
Sobre el creador
Escritora, porque la escritura es lo que profeso. Pero, no siendo la escritura mi fuente de ingresos, no me atrevería a denominarla mi profesión. No creo, por otra parte, que estuviera dispuesta a avenirme a complacer a nadie, lector o editor. Ni a comprometerme a cumplir los plazos de entrega a que deben ceñirse tantos de los que publican. Literatura por encargo, como si el escritor fuera un sastre o un fabricante de electrodomésticos. Me espanta el sólo pensarlo. No tengo formación académica.