Sobre la obra
https://valentina-lujan.es/U/unacenadeher.pdf
Una cena de hermandad, curva sin felicidad, los caprichos del azar, la pausa para almorzar, cuatro perros y un bozal, las espinas de un zarzal, el pavor de un despertar, el favor que no se hará, el “aquel” del qué dirán, lo que contiene un morral, una peca y un lunar, la cantina del penal, dos cortinas de percal, una merienda informal, el agua de un manantial, el sombrero de un zagal, la turba de un tremedal, el temor a no acertar, una piedra de amolar, un amagar y no dar, un dardo que apunta mal, un punto sin aclarar, un clamar por la verdad, un verso que recitar, unas formas sin guardar, la guarida de un rufián, el rugir de un vendaval, unos platos sin fregar, un grifo y un delantal, un catarro sin curar, un cura anticlerical, las delicias de un manjar, un mugido en un corral, la soledad de un erial, el sol en un ventanal, ¿Hay que ser tan suspicaz?, cuatro trajes sin cortar, un círculo sin cerrar, los oriundos de un lugar, un lagarto y un rapaz, el respaldo de un aval, una patera en el mar, esa tos que a veces da, una esquina sin doblar, tres doblones por pagar, la osadía de un incapaz, un vestido de un retal, una paloma torcaz, no sentarse en el brocal, prohibido regurgitar, temas que se han de tratar, ¡aún dos leguas por andar!, las tontunas de la edad, una tormenta estival, las molestias del errar, un doble salto mortal, un faro en la oscuridad, una ocurrencia fatal, ¿quién se ha llevado la sal?, un cantante y su cantar, un compromiso formal, un retrato sin firmar, la rotura de un cristal, los riesgos del murmurar, se permite no estorbar, las dos vueltas de un collar, un collado al que trepar, una tropa que guiar, un rodillo de amasar, el ojo de un huracán, un amor muy pasional, un pasado que olvidar, un asunto sin zanjar, una zanja que saltar, el primo del magistral, un castaño y un rosal, un pañuelo que anudar, ¿me permite usted pasar?, arrancar un matorral, un jersey sin terminar, malgastar un dineral, un camino vecinal, un encuentro virtual, un timorato muy audaz, donde la sombra no da, un castillo que heredar, un plazo que vencerá, una gorra sin ladear, morir antes que pecar, una cita literal, el babi de un colegial, esperar a ver qué tal, un combate singular, el tren que no pasará, la sombra de un palmeral, una sensación fugaz, el colmo de lo inmoral, una aguja y un dedal, no temer la adversidad, registrar la propiedad, reprobar la iniquidad, velar un muerto y rezar, referir qué salió mal, un libro que encuadernar, una mañana otoñal, un misterio que aclarar, queso y un trozo de pan, ¡qué ganas de fastidiar!, las virtudes de un rival, un riachuelo que vadear, un mochuelo que ve mal, un trauma que superar, permítame discrepar, un pistón y un cigüeñal, un cuclillo y un zorzal, una decisión crucial, lo que una suma me da, un mandato que observar, aguantar sin respirar, dos guadañas y un puñal, un paisano al que abordar, abstenerse de opinar, una plaza que asediar, lo odioso del comparar, una ruta que explorar, ¡no explotar al personal!, tener una idea genial, una costilla de Adán, un comentario mordaz, traicionar una amistad, redactar un memorial, una sonrisa cordial, una muela que sacar, un remedio muy eficaz, un borceguí que calzar, prometer no hacerlo más, una mano que estrechar, una falda que alargar, ¿me podrá usted perdonar?, un pizarrín que borrar, una tabla de planchar, la prohibición de fumar, el quinto no matarás, negarse a colaborar, dar palabra de no hablar, decir no poder ya más, retirarse a meditar, repartir con equidad, un objetivo a lograr, la tinta de un calamar, un llavero de metal, algo digno de ensalzar, prendarse de una beldad, una súplica a elevar, un paquete que enviar, un caballo sin ronzal, un mandoble que asestar, apostar a rojo y par, prometer no perjurar, una caña de pescar, una baja intensidad, un intenso malestar, algún dios al que adorar, ¿a quién toca barajar?, un saber improvisar, las ciruelas de un peral, no dar oportunidad, una aguja que enhebrar, algún guante que lanzar, resistir sin rechistar, ¿quién es Fulano de Tal?, mirar antes de cruzar, cuatro flechas y un carcaj, y como parece ya, que no cabe nada más, me dispongo a terminar, y a colocar sin tardar, ese punto que será, el mal llamado “y final”, aquí que es el de verdá.
La vida en octosílabos
Sobre el creador
Escritora, porque la escritura es lo que profeso. Pero, no siendo la escritura mi fuente de ingresos, no me atrevería a denominarla mi profesión. No creo, por otra parte, que estuviera dispuesta a avenirme a complacer a nadie, lector o editor. Ni a comprometerme a cumplir los plazos de entrega a que deben ceñirse tantos de los que publican. Literatura por encargo, como si el escritor fuera un sastre o un fabricante de electrodomésticos. Me espanta el sólo pensarlo.
No tengo formación académica.
Ah, que se me olvidaba explicar a mis lectores, y a mis seguidores, y a mis amigos y enemigos, por qué "Telas de araña con bastón, canario y abanico"; y ello es por algo tan sencillo como el hecho de que la vida, todas las vidas, son exactamente una tela de araña, entretejiéndose, las unas con las otras.
He de confesar también que el título no se me ocurrió a mí; no. El título es el de un cuadro, grande, al óleo, que vi hace muchos años no recuerdo ya dónde en una exposición y en el que, aunque me dejé los ojos escrutándolo, no logré encontrar ni el bastón ni el canario ni el abanico y que, además y desafortunadamente, no recuerdo el nombre del autor.