Sobre la obra
https://valentina-lujan.es/L/loquesobradeunacena.pdf
Lo que sobra de una cena, no cumplir una condena, eslabones en cadena, la extensión de una parcela, la cola de una sirena, cuatro patas de una mesa, cuánto las tristezas pesan, si llegas pronto me esperas, dar más palos que a una estera, un par de botas camperas, como el agua en una cesta, perdonarás las ofensas, no irás mañana de pesca, no encontrar una carpeta, no hay que perder la cabeza, despertar en la Provenza, duerme todo lo que quieras, descender una escalera, emprender una carrera, interpuesta la querella, el panal de una colmena, los ojos de una morena, antes de la curva frena, dónde has puesto mi diadema, encontrarse ante un dilema, no hacer de cierta manera, no hay de nada en la nevera, los pesares de un poeta, desesperar en la espera, pues yo he dejado una pera, un mendrugo y dos cortezas, escaparse de una celda, el cuidado de una hacienda, para caminar contenta, ir a cortarse las trenzas, trazar una línea recta, los ronquidos de una vieja, no querer ver las estrellas, ni la llave de una puerta, pues encima de la mesa, esta salsa está muy espesa, si es que no te están estrechas, o si no anímate y entra, no me vengas con monsergas, buscar algo en la despensa, el cañón de una escopeta, un pez en una pecera, enroscar una manguera, no trajimos la merienda, te dije que no corrieras, un levantador de pesas, una velada muy tensa, una explicación perfecta, la niña no está despierta, ni los huevos en la cesta, esta ola no tiene cresta, las asas de una sopera, concierto de primavera, levantarse de la siesta, pues te la has comido entera, o en la costa malagueña, al venir trae las tijeras, una caja de herramientas, la herradura de la yegua, el guante de una condesa, dos nudos en una cuerda, un sonido de trompeta, desterrarás la pereza, disfrazarse sin careta, qué situación tan molesta, un verso no es un poema, la nuera de una consuegra, congregarse en la plazuela, se expresó con aspereza, apostar en las carreras, la señora de Contreras, el tío de la peluquera, levantar la tapadera, hallar la respuesta cierta, desenroscar una tuerca, al final a la derecha, contra avaricia largueza, un propósito de enmienda, el tío de María Encomienda, un botón en la guerrera, el cuello de una botella, lo que cuenta una portera, la que llegue la primera, buscar algo en la trastienda, comprar una cafetera, introducir una enmienda, terciar en una contienda, ser el centro de una escena, esperar un tren que llega, mantel y una servilleta, en caso de que lloviera, ni que te duela una muela, un botellín de cerveza, lo empinado de una cuesta, el sombrero de una inglesa, servirse de una muleta, el asa de una maleta, un pendiente en una oreja, a la gallinita ciega, hora de irse de la fiesta, dos lonchas de mortadela, cara y cruz de una moneda, un nómada que se asienta, no ha venido la asistenta, casas colgadas en Cuenca, agua hirviendo en la cazuela, el cairel de una pamela, la hambruna de una posguerra, en noches de luna llena, meterse en una bañera, la cofia de una niñera, el abuelo no se entera, saber más que las culebras, a los cuartos y a las medias, el pimentón de la Vera, las cigüeñas de la iglesia, un sillín de bicicleta, incumplir una promesa, la tía de las de Vinuesa, las compuertas de una presa, un pincel y una paleta, apartar cuatro croquetas, no aparcar a mano izquierda, dos de pulpo a la gallega, galopar a rienda suelta, haber perdido una apuesta, el mito de la caverna, el oro de una pulsera, posar ante una palmera, tres cogollos de Tudela, abrir una cremallera, concretar la hora que era, erradicar la miseria, acordarse de una abuela, tropezar en una piedra, tocar una pandereta, pernoctar en una venta, agujas para calceta, lo que vale una peseta, pararse en una cuneta, más sal y menos pimienta, la atracción de una verbena, descalzarse en la pradera, tener entre ceja y ceja, pretender ser la más bella, la redondez de una esfera, un caramelo de menta, oír pasos de una enfermera, una sonrisa muy tierna, un lunar en una pierna, una rama de canela, un socavón en la acera, la colada no se seca, el patrón de una goleta, desayunar té y galletas, un glóbulo y dos plaquetas, cuarto y mitad de panceta, el olor de una mofeta, mofarse de quien se queja, mermelada de ciruela, denunciar a quien se cuela, tenedor y espumadera, meterse en una pelea, la trama de una novela, un penitente que reza, la pérdida de una prenda, un torero sin coleta, un colador en la escuela, la redacción de una esquela, llegue hasta la espina y vuelva, un pájaro que no vuela, una bata de franela, no callarse por vergüenza, un velero en la caleta.
La vida en octosílabos
Sobre el creador
Escritora, porque la escritura es lo que profeso. Pero, no siendo la escritura mi fuente de ingresos, no me atrevería a denominarla mi profesión. No creo, por otra parte, que estuviera dispuesta a avenirme a complacer a nadie, lector o editor. Ni a comprometerme a cumplir los plazos de entrega a que deben ceñirse tantos de los que publican. Literatura por encargo, como si el escritor fuera un sastre o un fabricante de electrodomésticos. Me espanta el sólo pensarlo.
No tengo formación académica.
Ah, que se me olvidaba explicar a mis lectores, y a mis seguidores, y a mis amigos y enemigos, por qué "Telas de araña con bastón, canario y abanico"; y ello es por algo tan sencillo como el hecho de que la vida, todas las vidas, son exactamente una tela de araña, entretejiéndose, las unas con las otras.
He de confesar también que el título no se me ocurrió a mí; no. El título es el de un cuadro, grande, al óleo, que vi hace muchos años no recuerdo ya dónde en una exposición y en el que, aunque me dejé los ojos escrutándolo, no logré encontrar ni el bastón ni el canario ni el abanico y que, además y desafortunadamente, no recuerdo el nombre del autor.