Sobre la obra
https://valentina-lujan.es/A/aquellacara.pdf
Texto en imagen pdf
Al tío Aniceto le gustaba hacer este tipo de composiciones que él llamaba “artísticas” con cualquier cosa que pillara por la casa o, a veces, hurgando en contenedores y papeleras sin que la tía Melinda lo supiese, claro, tan fina como era. Él decía — tan estresado que debía de estar y negádose, como se había, a discutir jamás con ella — que lo relajaba mucho hacer este tipo de cosas que por lo general le quedaban bastante logradas si bien, en este caso en concreto, no tuvo que hacer esfuerzo alguno para no discutir cuando ella le dijo ¿no crees que te ha salido un poco tétrica? Y se puso tan contento pensando “por una vez en la vida estamos de acuerdo”.
Sobre el creador
Escritora, porque la escritura es lo que profeso. Pero, no siendo la escritura mi fuente de ingresos, no me atrevería a denominarla mi profesión. No creo, por otra parte, que estuviera dispuesta a avenirme a complacer a nadie, lector o editor. Ni a comprometerme a cumplir los plazos de entrega a que deben ceñirse tantos de los que publican. Literatura por encargo, como si el escritor fuera un sastre o un fabricante de electrodomésticos. Me espanta el sólo pensarlo.
No tengo formación académica.
Ah, que se me olvidaba explicar a mis lectores, y a mis seguidores, y a mis amigos y enemigos, por qué "Telas de araña con bastón, canario y abanico"; y ello es por algo tan sencillo como el hecho de que la vida, todas las vidas, son exactamente una tela de araña, entretejiéndose, las unas con las otras.
He de confesar también que el título no se me ocurrió a mí; no. El título es el de un cuadro, grande, al óleo, que vi hace muchos años no recuerdo ya dónde en una exposición y en el que, aunque me dejé los ojos escrutándolo, no logré encontrar ni el bastón ni el canario ni el abanico y que, además y desafortunadamente, no recuerdo el nombre del autor.