Sobre la obra
https://valentina-lujan.es/Desvi/yaunhoy.pdf
Y aun hoy, cuarenta años después, mantiene la desoladora idea que se formó entonces de que ya durante toda su vida la pillaría el toro tirara por el camino que tirase. Y de que por el resto de sus días tendría problemas porque tan expuesta iba a encontrarse siempre como entonces a ser interpretada, sin quererlo, y en riesgo de que se la invistiese de una dignidad o de un oprobio que pudieran muy bien no ser suyos y sí sólo el reflejo del pensamiento o el deseo de quien quisiera ver colmadas sus expectativas, a través de ella, en cada momento.
Pero en estas páginas no pone nada de que pertenezcan al diario de Albertina; aunque cabe la posibilidad de que Albertina sea no la niña sino la persona que lo cuenta años después.
Lo que sí están es dentro de la misma carpeta que estas otras
Papeles
Sobre el creador
Escritora, porque la escritura es lo que profeso. Pero, no siendo la escritura mi fuente de ingresos, no me atrevería a denominarla mi profesión. No creo, por otra parte, que estuviera dispuesta a avenirme a complacer a nadie, lector o editor. Ni a comprometerme a cumplir los plazos de entrega a que deben ceñirse tantos de los que publican. Literatura por encargo, como si el escritor fuera un sastre o un fabricante de electrodomésticos. Me espanta el sólo pensarlo.
No tengo formación académica.
Ah, que se me olvidaba explicar a mis lectores, y a mis seguidores, y a mis amigos y enemigos, por qué "Telas de araña con bastón, canario y abanico"; y ello es por algo tan sencillo como el hecho de que la vida, todas las vidas, son exactamente una tela de araña, entretejiéndose, las unas con las otras.
He de confesar también que el título no se me ocurrió a mí; no. El título es el de un cuadro, grande, al óleo, que vi hace muchos años no recuerdo ya dónde en una exposición y en el que, aunque me dejé los ojos escrutándolo, no logré encontrar ni el bastón ni el canario ni el abanico y que, además y desafortunadamente, no recuerdo el nombre del autor.