About the work
https://valentina-lujan.es/Desvi/designiosdelal.pdf
Que era lo que la madre de don Miguel, tan religiosa ella y tan devota y buena católica que, aparte de bendecir la mesa incluso cuando tomaba una infusión de manzanilla, rezaba todos los días dos veces el rosario y recitaba la letanía, sin olvidar, como no podía ser menos, el Padre Nuestro que, por aquello de que “estás en los cielos” interpretaba, ella, cuando venía el hijo malhumorado y protestando de tener que hacer algo o tomar algunas medidas que le desagradaban pero decía, mientras sorbía su sopa, qué puedo hacer yo, mamá, siendo como son órdenes de arriba, que, si por sacarla del malentendido, trataba él de explicarle que se estaba refiriendo al ministerio, ella, a lo suyo, añadía en su cabeza motu proprio “sagrado”, y respondía que pues claro, hijo, y o es que si no era el sumo pontífice el representante de Dios en la Tierra.
Y si él añadía “educación, mamá, educación” suspiraba ella lamentándose de “pero qué educación hijo, si no la hay”.
− Y cultura, mamá, cultura.
Pero ella, erre que erre, que religiosa, sí, cultura religiosa; pero que “lástima de tiempos de ateísmo y descreimiento que vivimos” dónde quedaba, dónde encontrar un atisbo de sentimiento piadoso más allá de los huesos de san Expedito o los pastelillos de Gloria.
Tan golosona ella.
Y, él “mamá que te va a subir el azúcar”
− ¡Pero si ya está por las nubes!
Y, con otro suspiro, se ponía un, en vez de los dos que tenía por costumbre antes de enviudar, azucarillo en el café porque, cuando se marcha la llave de la despensa…, acostumbraba decir, sin terminar nunca la frase.
About the creator
Escritora, porque la escritura es lo que profeso. Pero, no siendo la escritura mi fuente de ingresos, no me atrevería a denominarla mi profesión. No creo, por otra parte, que estuviera dispuesta a avenirme a complacer a nadie, lector o editor. Ni a comprometerme a cumplir los plazos de entrega a que deben ceñirse tantos de los que publican. Literatura por encargo, como si el escritor fuera un sastre o un fabricante de electrodomésticos. Me espanta el sólo pensarlo.
No tengo formación académica.
Ah, que se me olvidaba explicar a mis lectores, y a mis seguidores, y a mis amigos y enemigos, por qué "Telas de araña con bastón, canario y abanico"; y ello es por algo tan sencillo como el hecho de que la vida, todas las vidas, son exactamente una tela de araña, entretejiéndose, las unas con las otras.
He de confesar también que el título no se me ocurrió a mí; no. El título es el de un cuadro, grande, al óleo, que vi hace muchos años no recuerdo ya dónde en una exposición y en el que, aunque me dejé los ojos escrutándolo, no logré encontrar ni el bastón ni el canario ni el abanico y que, además y desafortunadamente, no recuerdo el nombre del autor.