About the work
https://valentina-lujan.es/A/autodefe.pdf
¿Por qué no romper el cerco no importa de qué manera ni cerca de qué se encuentre el límite que se esmera en cerrarse y achicarse y convertir a su presa en nada más una sombra que se desliza a la vera de verdades que no rozan y se dejan ver apenas entre la bruma de espanto que atenaza a la conciencia del viviente que se afana en que perdure su huella?
¿Por qué no cortar el hilo que se entreteje y enreda acaeceres no vividos ni sentidos en su esencia sino tan sólo inventados por la mente del que piensa que haciendo dará sentido y forma a viejas querencias que apenas si se sostienen sobre pilares de arena que van a desmoronarse igual que se desvanecen las nubes tras la tormenta y convertidas en agua, sólo gotas deslizándose hasta ir a dar en la tierra, no dejan rastro ninguno de su existir ni su huella?
¿Por qué los humanos buscan, buscamos no ser apenas efímeros disparates que pensó una mente ajena que lejos de ser magnánima, bondadosa ni serena, se refuerza en su malquista despiadada malquerencia a aquella criatura suya que no imaginó ser burdo remedo de Quien la hiciera sin más fin que el ser constancia y dar fe de qué le espera al que al final del camino que a ninguna parte lleva se encuentre frente al espejo en que sólo se refleja la nada errónea certeza de que fuimos monigotes en manos de Su soberbia?
27 de septiembre de 2013
Enigmas
Poesía
About the creator
Escritora, porque la escritura es lo que profeso. Pero, no siendo la escritura mi fuente de ingresos, no me atrevería a denominarla mi profesión. No creo, por otra parte, que estuviera dispuesta a avenirme a complacer a nadie, lector o editor. Ni a comprometerme a cumplir los plazos de entrega a que deben ceñirse tantos de los que publican. Literatura por encargo, como si el escritor fuera un sastre o un fabricante de electrodomésticos. Me espanta el sólo pensarlo.
No tengo formación académica.
Ah, que se me olvidaba explicar a mis lectores, y a mis seguidores, y a mis amigos y enemigos, por qué "Telas de araña con bastón, canario y abanico"; y ello es por algo tan sencillo como el hecho de que la vida, todas las vidas, son exactamente una tela de araña, entretejiéndose, las unas con las otras.
He de confesar también que el título no se me ocurrió a mí; no. El título es el de un cuadro, grande, al óleo, que vi hace muchos años no recuerdo ya dónde en una exposición y en el que, aunque me dejé los ojos escrutándolo, no logré encontrar ni el bastón ni el canario ni el abanico y que, además y desafortunadamente, no recuerdo el nombre del autor.