About the work
https://valentina-lujan.es/A/ayquelosquiten.pdf
Ay que los quiten de en medio, ay Señor que se los lleven, a algún lugar donde vivan como Dios si es lo que quieren. Y que no les pase nada, y que vivan muy felices, pero que se marchen lejos de las gentes infelices que se ven asaeteadas, agredidas y asaltadas por quienes dicen que velan y que cuidan y se esmeran por liberarlos del yugo del opresor dirigente.
Y que vengan otros mantas, otros traidores a tantas promesas que nadie entiende cómo es posible que asombre el que incumplan y se arroguen el derecho a la mentira en que viven instalados con sus reales asentados en sillones en sus sedes.
Ay que se los lleven madre, que los perdamos de vista, que dejemos de sufrirlos y que podamos ser libres y les cantemos contentos “ay qué bueno que viniste” a enseñarnos que no debe darse poder ni derechos, ni subvenciones ni leches, a personajes indignos que apenas vergüenza tiene.
Que desaparezcan todos, líderes y dirigentes, y salvadores de patrias que dobladas nos las meten y nunca se ven metidos ellos mismos y sus gentes ni en la cárcel ni entre rejas porque no hay juez ni jurado ni libre ni independiente.
1 de mayo de 2013
Coplillas
Poesía
About the creator
Escritora, porque la escritura es lo que profeso. Pero, no siendo la escritura mi fuente de ingresos, no me atrevería a denominarla mi profesión. No creo, por otra parte, que estuviera dispuesta a avenirme a complacer a nadie, lector o editor. Ni a comprometerme a cumplir los plazos de entrega a que deben ceñirse tantos de los que publican. Literatura por encargo, como si el escritor fuera un sastre o un fabricante de electrodomésticos. Me espanta el sólo pensarlo.
No tengo formación académica.
Ah, que se me olvidaba explicar a mis lectores, y a mis seguidores, y a mis amigos y enemigos, por qué "Telas de araña con bastón, canario y abanico"; y ello es por algo tan sencillo como el hecho de que la vida, todas las vidas, son exactamente una tela de araña, entretejiéndose, las unas con las otras.
He de confesar también que el título no se me ocurrió a mí; no. El título es el de un cuadro, grande, al óleo, que vi hace muchos años no recuerdo ya dónde en una exposición y en el que, aunque me dejé los ojos escrutándolo, no logré encontrar ni el bastón ni el canario ni el abanico y que, además y desafortunadamente, no recuerdo el nombre del autor.