About the work
http://valentina-lujan.es/doc/Haciendo%20bailar%20su%20sandalia.pdf con mohín no poco compungido imaginando la sonrisita burlona de la señorita Verónica haciendo comentarios mordaces y preguntando con sarcasmo si no tenía una madre que la asesorase como Dios mandaba o miedo, por lo menos, de agarrar un resfriado y sin poder, ella, esgrimir un argumento menos ridículo y en pleno mes de enero, que algo tan fuera del lugar “en el que estamos, Sonia; y no en cualquier otro de a saber qué cosecha de prefiero ignorar — hazme, por tanto, el favor añadiría de no pretender aclarármelo — qué imaginación” que, en su opinión tan inamovible, sería un auténtico bodrio si se la comparaba con “la nuestra”. Pero, una vez más, había imaginado mal y la señorita Verónica, lejos de sonreír burlonamente, lejos de hacer comentarios mordaces, lejos también de hacer preguntas incómodas acerca de madres asesorando o no como Dios manda, sonrió, sí, pero con sonrisa complacida y dijo “estupendo” y que la había sorprendido muy pero que muy gratamente, y que por favor continuase por “ese camino que te conducirá, y si no al tiempo, a los límites jamás antes pensados de esa desbordante creatividad tuya en la que hasta la fecha nunca creyó nadie”. Y que nunca, pasara lo que pasase, se dejara desanimar por nada ni por nadie porque “y lo aprenderás con el paso de los años” el común de los mortales, cuando se enfrenta con algo novedoso que no es comprensible en una primera lectura, se dice y dice a cuantos quieran prestarle oídos, “déjalo, no creo que merezca la pena”. Etiqueta: Papeles Categoría: Telas
About the creator
Escritora, porque la escritura es lo que profeso. Pero, no siendo la escritura mi fuente de ingresos, no me atrevería a denominarla mi profesión. No creo, por otra parte, que estuviera dispuesta a avenirme a complacer a nadie, lector o editor. Ni a comprometerme a cumplir los plazos de entrega a que deben ceñirse tantos de los que publican. Literatura por encargo, como si el escritor fuera un sastre o un fabricante de electrodomésticos. Me espanta el sólo pensarlo.
No tengo formación académica.
Ah, que se me olvidaba explicar a mis lectores, y a mis seguidores, y a mis amigos y enemigos, por qué "Telas de araña con bastón, canario y abanico"; y ello es por algo tan sencillo como el hecho de que la vida, todas las vidas, son exactamente una tela de araña, entretejiéndose, las unas con las otras.
He de confesar también que el título no se me ocurrió a mí; no. El título es el de un cuadro, grande, al óleo, que vi hace muchos años no recuerdo ya dónde en una exposición y en el que, aunque me dejé los ojos escrutándolo, no logré encontrar ni el bastón ni el canario ni el abanico y que, además y desafortunadamente, no recuerdo el nombre del autor.