About the work
https://valentina-lujan.es/m/malditalamala.pdf Maldita la mala sombra de tanta mala facción que levantando su mano arrasó con el sudor de tanto esforzado héroe que dio palabra de honor de engrandecer nuestra lengua, lo nuestro y nuestra región. Gritó una vieja en la plaza del pueblo donde acaeció en una noche de invierno de tormenta y de terror la mayor de las tragedias que aquel mundo conoció. Clamó un chaval allí arriba, en lo alto del torreón, desde donde se atisbaban, ondeando a todo color, estandartes y banderas y, allá lejos, un pendón. Vociferó un comerciante cansado y harto de oír que se aproximaba el tiempo en que “veremos aquí” tiempos de abundancia y mucha ilusión con que vivir. Proclamó desde su púlpito un prelado de Allariz que llegado de muy lejos allende el Guadalquivir se vanagloriaba orondo de su galaico decir. Y señoras y doncellas y una que otra meretriz alzaron sus voces rotas en mil pedazos a fin de dejar saber al viento que aquella afrenta era el fin de tantos años de oprobio y de complacencia ruin. Y se rompieron los moldes y no dieron más de sí las bridas que dieron rienda, suelta, loca y sin medir hasta dónde se alargaba la sombra del largo brazo que agitaba en el añil el puñal que iba a clavarse en el centro del sinfín de tontos separatismos aprestándose a morir. Etiqueta: Coplillas Categoría: Poesía
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Code: | 1012288154466 |
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Date: | Dec 28 2010 20:58 UTC |
Author: | Bermeral |
License: | All rights reserved |
About the creator
Escritora, porque la escritura es lo que profeso. Pero, no siendo la escritura mi fuente de ingresos, no me atrevería a denominarla mi profesión. No creo, por otra parte, que estuviera dispuesta a avenirme a complacer a nadie, lector o editor. Ni a comprometerme a cumplir los plazos de entrega a que deben ceñirse tantos de los que publican. Literatura por encargo, como si el escritor fuera un sastre o un fabricante de electrodomésticos. Me espanta el sólo pensarlo.
No tengo formación académica.
Ah, que se me olvidaba explicar a mis lectores, y a mis seguidores, y a mis amigos y enemigos, por qué "Telas de araña con bastón, canario y abanico"; y ello es por algo tan sencillo como el hecho de que la vida, todas las vidas, son exactamente una tela de araña, entretejiéndose, las unas con las otras.
He de confesar también que el título no se me ocurrió a mí; no. El título es el de un cuadro, grande, al óleo, que vi hace muchos años no recuerdo ya dónde en una exposición y en el que, aunque me dejé los ojos escrutándolo, no logré encontrar ni el bastón ni el canario ni el abanico y que, además y desafortunadamente, no recuerdo el nombre del autor.