Sobre la obra
Para verme sonreír
Otra Navidad sin ti
más te vislumbro en la cima,
me acompañas cada día
en mis aciagos y euforias.
En las gélidas auroras
suspirando mis delirios,
siento que apartas mi abrigo
para abrazarme despacio,
estrechándome en tus brazos
para verme sonreír.
Otra Navidad sin ti
más en mis sueños te asomas,
tu piedad no me abandona
y en esas noches de insomnio
veo el brillo de tus ojos
esplendentes cual luceros,
acariciando recuerdos
entre páginas de versos,
testigos de mis desvelos
para verme sonreír.
Todo es distinto sin ti
en mi entorno y en mi vida,
siempre fuiste faro y guía
entre sorpresas y asombros,
conteniendo mis enojos
dándome tu vaticinio
y allanando los caminos,
aminorando tropiezos
y elogiando mi tintero
para verme sonreír.
Más vives dentro de mí
no tengo dudas de eso,
formas parte de lo eterno
hacedor de mi destino,
que me salva del abismo
tentador de la añoranza
y en mis horas de alabanzas
tu credo es el mismo mío
tan fulgente cual estío
para verme sonreír.
Aimée Granado Oreña©
Gota de Rocío Azul
Sobre el creador
Reseña del Autor: Soy cubana, nací en esa hermosa Isla del Caribe, reina seductora de las Antillas, con esa mezcla de lo real /maravilloso que nos distingue. Me considero talentosa y una enamorada de los detalles sencillos que se convierten en sueños en las manos de la creatividad y la espiritualidad. Soy Licenciada en Economía con un diplomado en Ciencias Económicas y Sociales, graduada con honores en mi bella Isla. Maestra de nacimiento, instruir y educar son mis grandes pasiones. Escribir me acerca a la naturaleza del amor, es como una entrega total que me transforma y me deslumbra. La poesía es para mí, el elixir que enamora todos mis axiomas. La inspiración del día a día, aún en medio de la incertidumbre, las dudas y la adversidad, nos invita a no doblegar el espíritu ni claudicar ante el desánimo.... Todo es posible, la vida ofrece su oportunidad inefable, solo depende del ingenio y la capacidad de lucha para enfrentar el desafío. El periplo del quebranto puede alimentar la melancolía y la nostalgia, pero jamás podrá flagelar la sensibilidad del alma que rubrica en sus memorias la esperanza. Yo también soy de suspiros que se riman con mis letras, de pasión fluyo cual río y me ahogan las tristezas. Siento el susurro divino de la inspiración que llega, admiro el trino del verso en el murmullo poeta, que sucumbe sus olvidos al soñar la primavera. La poesía es más que pasión, más que el milagro, más que un azar en nuestras vidas. La poesía es la hacedora de nuestros senderos, quien transforma el detalle en imagen del alma y danza el romance del corazón. El andar construye las historias, los senderos se iluminan con el denuedo, el brío, la entereza. Esas huellas que dejan las palabras alimentan las esperanzas, que solo pueden materializarse en el peregrino bregar del día a día. Sonreír a los sueños irisados de esperanzas. Lo mejor está por venir. Siempre en el cielo brillará después de la tempestad el arco iris de la alianza universal. Y te sorprende el amor en su idílico revuelo, se cobija entre las letras que buscan soñar en versos y escribir la tesitura melodiosa del desvelo. Y en ese recordar descubrirás esperas, nostalgia, soledad, insomnio y pesadillas y entonces el llorar no borrará la huella de iluso corazón sangrando en despedida. Aimée Granado Oreña © Gota de Rocío Azul (Derechos de Autor)