About the work
https://valentina-lujan.es/L/lashuellasenlarina.pdf
Las huellas en la harina son disparates que oxidan los sueños de princesas que, nunca más pálidas, nunca más tristes, nunca más vírgenes, no bordarán ya pensativas tras los muros de castillos sin encanto que abandonaron, camino del destierro, legiones espantadas de fantasmas blancos, abrumados, desolados, derrotados, incapaces de luchar por un nuevo acomodo en que instalar su inexistencia milenaria.
Las huellas en la harina son disparates que oxidan los sueños de príncipes que, nunca más azules, nunca más valientes, nunca más galantes, no se batirán ya ningún cobre, ya defendiendo, ya demostrando, inocencias blancas que, abrumadas, desoladas, derrotadas, incapaces de seguir alentando en oscuros fondos de vaginas voraces, buscan horizontes nuevos, amplios, alejados del mundanal ruido que produce el sordo entrechocar de estertores y de jadeos y de orgasmos.
Las huellas en la harina son disparates que oxidan los sueños de mujeres y de hombres que, nunca más amantes, nunca más amados, nunca más correspondidos, no buscarán, ya desencantados por la inexistencia del encanto, otro refugio que, en el regalado ser no más que espejismo pasajero, el encuentro fortuito de unos cuerpos que no encuentran, abrumadas, desoladas, derrotadas, incapaces de batirse el cobre por lograr acomodo en lugar tan hostil, sus respectivas almas.
Las huellas en la harina son disparates que oxidan los sueños de los sueños imposibles de, algún día, despertar tras haber soñado sueños que, ya nunca más adormecidos, ya nunca más narcotizados, ya nunca más envueltos en la bruma de la resignación ni del fracaso, despertarán gozosos de verse liberados y, arrancados del abrazo fatal del momento sin gloria de unos tiempos en que los atenazaron, verán desvanecerse los fantasmas negros que, abrumados, desolados, partirán camino del destierro derrotados.
Las huellas en la harina son disparates que oxidan los sueños de la razón que grita, sacudiéndolos, un día despertaréis, y os levantaréis, en las almas y en vuestras propias armas, y os batiréis el cobre ya demostrando, ya defendiendo, vuestra por tantos siglos desterrada existencia milenaria.
18 de mayo de 2010
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Poesía
About the creator
Escritora, porque la escritura es lo que profeso. Pero, no siendo la escritura mi fuente de ingresos, no me atrevería a denominarla mi profesión. No creo, por otra parte, que estuviera dispuesta a avenirme a complacer a nadie, lector o editor. Ni a comprometerme a cumplir los plazos de entrega a que deben ceñirse tantos de los que publican. Literatura por encargo, como si el escritor fuera un sastre o un fabricante de electrodomésticos. Me espanta el sólo pensarlo.
No tengo formación académica.
Ah, que se me olvidaba explicar a mis lectores, y a mis seguidores, y a mis amigos y enemigos, por qué "Telas de araña con bastón, canario y abanico"; y ello es por algo tan sencillo como el hecho de que la vida, todas las vidas, son exactamente una tela de araña, entretejiéndose, las unas con las otras.
He de confesar también que el título no se me ocurrió a mí; no. El título es el de un cuadro, grande, al óleo, que vi hace muchos años no recuerdo ya dónde en una exposición y en el que, aunque me dejé los ojos escrutándolo, no logré encontrar ni el bastón ni el canario ni el abanico y que, además y desafortunadamente, no recuerdo el nombre del autor.