About the work
https://valentina-lujan.es/A/atolondradas.pdf
Atolondradas alondras de alas del color del hierro taladran en sus volares voluntades de requiebros que pronuncian precursores de redondillas y raudos ribetes de rododendros arramillados en rápidos rimbombantes esperpénticos arrellanados romances de rumoroso argumento de retinas que retienen en su reflejo de rótulos rutilantes de reveses los recónditos rubores de resabiada rareza de rubicundos roedores.
Y reverdecen los rápidos enraizados retrocesos de restallantes retruécanos de rumbos arremetiendo contra los rígidos recios recubrimientos de errática restauración de arquetípicos repetidos reputados arrumbados rudimentos que derrochan infracciones de fragores de aromáticos primores tan harapientos de atrocidades feroces rasgando el arrobamiento.
Pero recuerdan fugaces los frágiles alfeñiques que no retumba en el trémulo arrumaco de las fuentes el ferruginoso apócrifo derramamiento de alérgicos estornudos de filántropos fervorosos afincados en los contornos del álgido helador ribazo angosto de los arroyuelos lúdicos que regalan con su arresto remilgos para doncellas y apresto a los caballeros.
Y reconocen horrores los afamados rencores de estentóreos arbotantes de las torres de imbricadas trenzadas interacciones de raciocinio de ralas de entrometidas e informes arremangadas raleas de hieráticas presiones que no reprueban ni arrogan infracciones de funestos petroglifos afinando sus errores a la sombra de permutas repicando en los ruedos de sus goznes.
21 de octubre de 2010
Silogismos
Poesía
About the creator
Escritora, porque la escritura es lo que profeso. Pero, no siendo la escritura mi fuente de ingresos, no me atrevería a denominarla mi profesión. No creo, por otra parte, que estuviera dispuesta a avenirme a complacer a nadie, lector o editor. Ni a comprometerme a cumplir los plazos de entrega a que deben ceñirse tantos de los que publican. Literatura por encargo, como si el escritor fuera un sastre o un fabricante de electrodomésticos. Me espanta el sólo pensarlo.
No tengo formación académica.
Ah, que se me olvidaba explicar a mis lectores, y a mis seguidores, y a mis amigos y enemigos, por qué "Telas de araña con bastón, canario y abanico"; y ello es por algo tan sencillo como el hecho de que la vida, todas las vidas, son exactamente una tela de araña, entretejiéndose, las unas con las otras.
He de confesar también que el título no se me ocurrió a mí; no. El título es el de un cuadro, grande, al óleo, que vi hace muchos años no recuerdo ya dónde en una exposición y en el que, aunque me dejé los ojos escrutándolo, no logré encontrar ni el bastón ni el canario ni el abanico y que, además y desafortunadamente, no recuerdo el nombre del autor.