About the work
Berlingando abrumadores abracadabras brahmánicos a borbotones brincando de compasivos a cáusticos, verificó con asombro un sombrerero remiso a barruntar veleidades al amor de un cipariso que, abatatando pensares, trasegando alteridades, encomiando salvedades o aciguatando aseidades para exturbar ansiedades, expeler inanidades o concitar acuidades, no le brindaría permiso al ademador de otrora para baremar rumores de brumosos pormenores que, agobiados por el peso de berrinches y tormentos, perecieron sin contento, ni denuedo, ni asimiento, aislados de algún contexto. Berlingar: Remover con la berlinga una masa metálica incandescente. Cipariso: Ciprés. Abatatar: Turbar, apocar, confundir. Aciguatar: Atisbar, acechar. Aseidad: Atributo de Dios, por el cual existe por sí mismo o por necesidad de su propia naturaleza. Exturbar: Arrojar o expeler a alguien con violencia. Acuidad: Agudeza. Ademador: Operario que hace o pone ademes. Ademe: 1. m. Ingen. En minería, madero que sirve para entibar. 2. m. Ingen. Cubierta o forro de madera u otro material con que se aseguran y resguardan los tiros, pilares y otras obras en los trabajos subterráneos. Etiqueta: Calambures Categoría: Poesía
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Code: | 2304294201463 |
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Date: | Apr 29 2023 22:52 UTC |
Author: | Valentina Luján |
License: | All rights reserved |
About the creator
Escritora, porque la escritura es lo que profeso. Pero, no siendo la escritura mi fuente de ingresos, no me atrevería a denominarla mi profesión. No creo, por otra parte, que estuviera dispuesta a avenirme a complacer a nadie, lector o editor. Ni a comprometerme a cumplir los plazos de entrega a que deben ceñirse tantos de los que publican. Literatura por encargo, como si el escritor fuera un sastre o un fabricante de electrodomésticos. Me espanta el sólo pensarlo.
No tengo formación académica.
Ah, que se me olvidaba explicar a mis lectores, y a mis seguidores, y a mis amigos y enemigos, por qué "Telas de araña con bastón, canario y abanico"; y ello es por algo tan sencillo como el hecho de que la vida, todas las vidas, son exactamente una tela de araña, entretejiéndose, las unas con las otras.
He de confesar también que el título no se me ocurrió a mí; no. El título es el de un cuadro, grande, al óleo, que vi hace muchos años no recuerdo ya dónde en una exposición y en el que, aunque me dejé los ojos escrutándolo, no logré encontrar ni el bastón ni el canario ni el abanico y que, además y desafortunadamente, no recuerdo el nombre del autor.