About the work
https://valentina-lujan.es/C/cuerpoialma.pdf Dijiste que no querías irte sin que te dijese por qué ya no te decía que habría de quererte siempre. Dijiste que no querías marcharte sin preguntarme por qué ya no me importaba que regresaras tan tarde. Dijiste que no querías alejarte de mi lado sin conocer los motivos que tuvieron los extraños diciendo que en nuestra historia todo había sido fracaso. Dijiste que no aguantabas ni un minuto más, juraste, seguir viviendo a la sombra de un desamor ya tan grande. Dijiste que no querías despertarte más con miedo de recordar pesadillas de grandes bloques de hielo deslizándose despacio, sin ruido, muy suavemente, dejando un rastro de hastío tan parecido a la muerte. Dijiste que me querías, antes de romper un pacto que prometió ser eterno pero bien vimos endeble, preguntar dónde habían ido las palabras que algún día pronunciaron unos labios que ya no reconocías. Dijiste que ya más nunca habría un lugar ni un instante, ni en tu vida ni en la mía, ni en la tierra ni en el aire, ni en el mar grande y profundo ni en las llamas ondulantes de fuegos en los que ardieran mundanas banalidades, en que pudieran fundirse, donde pudieran aunarse, tu pasión por no saberme y mi ardor por ignorarte. 30 de mayo de 2016 Etiqueta: Admistiquios Categoría: Poemas
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Code: | 2304164065386 |
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Date: | Apr 16 2023 20:26 UTC |
Author: | Alicia Bermúdez Merino |
License: | All rights reserved |
About the creator
Escritora, porque la escritura es lo que profeso. Pero, no siendo la escritura mi fuente de ingresos, no me atrevería a denominarla mi profesión. No creo, por otra parte, que estuviera dispuesta a avenirme a complacer a nadie, lector o editor. Ni a comprometerme a cumplir los plazos de entrega a que deben ceñirse tantos de los que publican. Literatura por encargo, como si el escritor fuera un sastre o un fabricante de electrodomésticos. Me espanta el sólo pensarlo.
No tengo formación académica.
Ah, que se me olvidaba explicar a mis lectores, y a mis seguidores, y a mis amigos y enemigos, por qué "Telas de araña con bastón, canario y abanico"; y ello es por algo tan sencillo como el hecho de que la vida, todas las vidas, son exactamente una tela de araña, entretejiéndose, las unas con las otras.
He de confesar también que el título no se me ocurrió a mí; no. El título es el de un cuadro, grande, al óleo, que vi hace muchos años no recuerdo ya dónde en una exposición y en el que, aunque me dejé los ojos escrutándolo, no logré encontrar ni el bastón ni el canario ni el abanico y que, además y desafortunadamente, no recuerdo el nombre del autor.