About the work
http://valentina-lujan.es/doc/Pasando%20por%20alto.pdf
el entender que — minuciosa, detallista en extremo y puede que hasta algo proclive a la obsesión como lo era la maquilladora (que se desesperaba, estrujándose las manos afligida culpándose de “ha sido por mi culpa” y, total, porque el lunar que tenía Obdulia en el lóbulo de la oreja derecha le había salido un poquito grande o un poco más arriba de lo habitual ) hermana de Tiberio — había elaborado casi filosófico para una Noemí que, de haber sido sólo un poco menos aplicada o nada más una pizca más perspicaz, hubiera podido, tan ricamente, ni tan siquiera contemplarse, allí, toda la tarde frente al espejo ensayando una Leontina en la que la señorita Pimpinella, atenta sólo a las haches y a las comas, no iba ni a reparar ni a fijarse.
Y porque el pasar por alto incluso aunque fuese bajo cuerda un entender tan trascendente para la elaboración de algo tan sujeto a la eventualidad, de fuerza mayor, o al capricho, de importancia menor (aunque no inferior en poderío, pues cuanto más se derrochaba en contemplaciones para con el o la interfecto/a más intratable y cabezón/a se ponía este o esta), de determinados imponderables o de ciertos imperativos categóricos que no cabía posibilidad ni aun muy remota de eludir, se había editado una circular advirtiendo de que en lo sucesivo no se permitiría bajo ningún concepto ni, sobre todo, en paralelo con ningún otro que no perteneciese al mismo rango de ideas de las que forma o concibe el entendimiento, la intromisión de ninguna novedad que no tuviera una antigüedad homologada y perfectamente contrastada de, al menos, seis o siete décadas.
About the creator
Escritora, porque la escritura es lo que profeso. Pero, no siendo la escritura mi fuente de ingresos, no me atrevería a denominarla mi profesión. No creo, por otra parte, que estuviera dispuesta a avenirme a complacer a nadie, lector o editor. Ni a comprometerme a cumplir los plazos de entrega a que deben ceñirse tantos de los que publican. Literatura por encargo, como si el escritor fuera un sastre o un fabricante de electrodomésticos. Me espanta el sólo pensarlo.
No tengo formación académica.
Ah, que se me olvidaba explicar a mis lectores, y a mis seguidores, y a mis amigos y enemigos, por qué "Telas de araña con bastón, canario y abanico"; y ello es por algo tan sencillo como el hecho de que la vida, todas las vidas, son exactamente una tela de araña, entretejiéndose, las unas con las otras.
He de confesar también que el título no se me ocurrió a mí; no. El título es el de un cuadro, grande, al óleo, que vi hace muchos años no recuerdo ya dónde en una exposición y en el que, aunque me dejé los ojos escrutándolo, no logré encontrar ni el bastón ni el canario ni el abanico y que, además y desafortunadamente, no recuerdo el nombre del autor.