About the work
http://valentina-lujan.es/Z/ysindejm.pdf
y sin dejar más huella que algún eco de voces, o colores, difusas o apagados, envueltos en finas telarañas pavorosas meciéndose en la sombra rasgada por el rayo de luz amarillenta que en un arrebato de romanticismo o de nostalgia queremos creer dorada no hallando, casi nunca, otra cosa de mayor lustre o peso que un lejano rescoldo de pasiones huidizas, pero torpes, que en su fuga no supieron encontrar el camino que las llevara lejos y quedaron, por contra, atrapadas en fragmentos de anécdotas que ajenas a la veracidad de si fueron contadas, soñadas o vividas, se crecen envanecidas de su rango de graciosas, o amargas, o tristes o ruidosas al amparo o arrullo de un silencio que no va después de tantas lunas, ni estaciones ni inclemencias ya de tiempos ya de ciegas, despiadadas justicias, a desvelar la pudorosa realidad desnuda de una Nada ni de un Nadie proclamando que no, o que sí, fueron Ella ni Él tal como los percibe quien los nombra.
Papeles
About the creator
Escritora, porque la escritura es lo que profeso. Pero, no siendo la escritura mi fuente de ingresos, no me atrevería a denominarla mi profesión. No creo, por otra parte, que estuviera dispuesta a avenirme a complacer a nadie, lector o editor. Ni a comprometerme a cumplir los plazos de entrega a que deben ceñirse tantos de los que publican. Literatura por encargo, como si el escritor fuera un sastre o un fabricante de electrodomésticos. Me espanta el sólo pensarlo.
No tengo formación académica.
Ah, que se me olvidaba explicar a mis lectores, y a mis seguidores, y a mis amigos y enemigos, por qué "Telas de araña con bastón, canario y abanico"; y ello es por algo tan sencillo como el hecho de que la vida, todas las vidas, son exactamente una tela de araña, entretejiéndose, las unas con las otras.
He de confesar también que el título no se me ocurrió a mí; no. El título es el de un cuadro, grande, al óleo, que vi hace muchos años no recuerdo ya dónde en una exposición y en el que, aunque me dejé los ojos escrutándolo, no logré encontrar ni el bastón ni el canario ni el abanico y que, además y desafortunadamente, no recuerdo el nombre del autor.