Sobre la obra
https://valentina-lujan.es/E/Entelequiograma.pdf
Entelequiograma
La de Nernst ─ ¿Estás entendiendo lo que te digo?
La de Bernoulli ─ ¡Naturalmente! ¿O piensas que soy tonta?
La de Nernst ─ Tendrías que ser un poquito menos susceptible.
La de Bernoulli ─ Estoy harta de que todo el mundo me diga cómo tendría
que ser.
El desinhibidor de frecuencias continuas ─ Lo dice por tu bien.
La de Bernoulli ─ En tal caso debería, imagino, darle las gracias.
La sacacorchos de la Señorita Susi ─ ¡Qué va, mujer!, si lo hace encantada.
La de Bernoulli ─ Una cosa es lo que a esta cursi le encante y otra, muy
distinta, cuál es mi deber.
La tía viuda de las de Barbadillo del alcornocal ─ Intenta, por favor,
cambiar ese “esta cursi” por algo menos…
Calpurnia ─ ¿” Ofensivo”, tal vez?
La tía viuda de las de Barbadillo del Alcornocal ─ “Genérico”; “esta cursi”
no da una idea del todo precisa de cómo de cargante es en realidad esta
insufrible criatura.
La de Nernst ─ Rencor; mucho rencor es lo que usted le guarda.
El desinhibidor de frecuencias continuas ─ A ver si ahora vas a ponerte de
su parte, que no era lo previsto.
La de Nernst ─ Me importa un comino que fuera o no fuese lo previsto,
pero me parece del todo injusto que, porque…
La señorita Alejandra ─ ¡Alto ahí! Lamento, señora o señorita, que nos
veamos forzados a no entrar en los detalles del porqué que se disponía
tan gentilmente a referir; pero la prueba ha terminado.
Papeles
Sobre el creador
Escritora, porque la escritura es lo que profeso. Pero, no siendo la escritura mi fuente de ingresos, no me atrevería a denominarla mi profesión. No creo, por otra parte, que estuviera dispuesta a avenirme a complacer a nadie, lector o editor. Ni a comprometerme a cumplir los plazos de entrega a que deben ceñirse tantos de los que publican. Literatura por encargo, como si el escritor fuera un sastre o un fabricante de electrodomésticos. Me espanta el sólo pensarlo. No tengo formación académica.