About the work
https://valentina-lujan.es/L/laultimavez.pdf
La última vez que el Sol giró alrededor de las galaxias se desplegaron los acordes más ancianos de la mixturas plagiadas al aroma de los limbos que arrancaron, con sus propias manos, las comisuras internas que ostentaban tras su silencio de milenios verdiblancos de planas repitiendo “seré grana” para , luego y al cabo de tres velas y cien fastos, apagar en sus labios de anís y mueca amarga o sed de una justicia que esperaba el desterrar – a viva voz o aguzada templanza – los gestos importunos de galones jalonando (por doquier y para los profanos) la calma sin control ni perfil líquido de todo un calibrar de desencantos que, hirsutos o arrobados, tildaron de temblor lo que tan sólo era inmolación de un santo y seña que rebasó la linde del ocaso del antes de la luz y el error del claroscuro del después que, humillado, se negó a cerrar los ojos ya sin vida de los que, pudiendo ver, jamás miraron.
27 de noviembre de 2010
Silogismos
About the creator
Escritora, porque la escritura es lo que profeso. Pero, no siendo la escritura mi fuente de ingresos, no me atrevería a denominarla mi profesión. No creo, por otra parte, que estuviera dispuesta a avenirme a complacer a nadie, lector o editor. Ni a comprometerme a cumplir los plazos de entrega a que deben ceñirse tantos de los que publican. Literatura por encargo, como si el escritor fuera un sastre o un fabricante de electrodomésticos. Me espanta el sólo pensarlo.
No tengo formación académica.
Ah, que se me olvidaba explicar a mis lectores, y a mis seguidores, y a mis amigos y enemigos, por qué "Telas de araña con bastón, canario y abanico"; y ello es por algo tan sencillo como el hecho de que la vida, todas las vidas, son exactamente una tela de araña, entretejiéndose, las unas con las otras.
He de confesar también que el título no se me ocurrió a mí; no. El título es el de un cuadro, grande, al óleo, que vi hace muchos años no recuerdo ya dónde en una exposición y en el que, aunque me dejé los ojos escrutándolo, no logré encontrar ni el bastón ni el canario ni el abanico y que, además y desafortunadamente, no recuerdo el nombre del autor.