About the work
https://valentina-lujan.es/C/cadaunocogiera.pdf
y dibujase a color, mientras ella corregía, el distintivo con el que le gustaría ser identificado y, colocándose de nuevo las gafas contemplando no poco disgustada los trabajos, tan irregulares, con letras tan desiguales que… y el director se lo dijo varias veces, “Licinia, dese cuenta”; y, sí, se la daba, pero siempre se había resistido a los cuadernos de caligrafía entendiendo que era beneficioso, para ellos, los chicos, el mantener cada cual su trazo, sus rasgos que, entendía ella aunque la psicología no era lo suyo sino de don Aurelio y, como es natural, “yo no debo interferir”, que irían definiendo, dibujando, sus personalidades en un tiempo que, a la vista de tantas faltas de ortografía como le vinieron a los ojos bote pronto o, que para qué (pensó) tanto latinismo culto “si no te está escuchando nadie” a un primer golpe de vista que, para poderlo hacer con calma y que no se le escapase ningún punto, tan pequeño pero tan importante a la hora de evitar equívocos de esos que tantos disgustos dan a veces, lo mejor iba a ser (les dijo, rectificando ya antes incluso de empezar a corregir) que, una vez dibujados, los bordasen a punto de cruz — por ejemplo —, aunque se dio cuenta en seguida, hipocondríaca, de que debía de ser que padecía un algo de deformación profesional porque, por qué, si no, no había dicho “nido de abeja”, o “flor de jazmín”, o nudo o sencillamente palestrina, así, sin cursiva ni comillas ni negrita porque, Licinia, por favor, el director, que es para hoy… Pero, no, había dicho de cruz y lo dicho dicho estaba y así estaban las cosas y no era cuestión de andarse desdiciendo a cada paso ni de…
Y que, para no andarse perdiendo en digresiones superfluas — agarrando con resolución el bolígrafo rojo rezongando para sí esta French Script MT que apenas se distingue la normal de la cursiva no me gusta nada —, poniéndose, acto seguido, a lo suyo y decidida a, desde mañana mismo, acostumbrarlos a la Times New Roman o a la Verdana entendiendo, además y que saltaba a la vista, que al ser mucho más grandes podría prescindir de las gafas, bordados, sobre tela, con el nombre a festón o como supiera hacerlo cada madre, que, luego, nos colocaremos en la manga izquierda, igual que sus brazaletes los futbolistas.
Y que si había quedado claro.
Etiqueta: Papeles
Categoría: Telas
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100% human created
Declaration Date:
Jun 23, 2023, 11:05 AM
Identification level:
Low
Fictional content
Declaration Date:
Jun 23, 2023, 11:05 AM
Identification level:
Low
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Derivation of
http://valentina-lujan.es/doc/npvorinconen.pdf
La respuesta a esta eterna pregunta que los humanos nos venimos haciendo desde que fuimos expulsados del paraíso terrenal no parece, en un principio, que pueda resultar problemática puesto que, y todo el mundo lo sabe; no tiene uno, o una, o un hatajo ― o una multitud por aquello de no ningunear a género alguno de especímenes a que tal y tan lamentable expulsión dio lugar ― más que llegar y decir pues yo o nosotros o nosotras somos Fulanito de Tal, o Perenganita de Cual, o estos/as o los/as otros/as o los/as de más allá e hijos/as, todos/as y cada uno/a, de nuestros/as respectivos/as padres/madres…
Que quien más quien menos lo habrá dicho, escrito, escuchado o leído en infinidad de ocasiones a lo largo de este sinvivir en que vivimos y al que, por alguna enigmática razón, llamamos vida.
¿Habríamos de seguir por ese camino?
¿Deberíamos repetir, siempre, incansablemente, lo mismo?
Pero…
¿Qué otras posibilidades tenemos?
¿Qué más sabemos de nosotros mismos?
Porque de los otros, sí; de cualquiera que no sea nosotros sino otro cualquiera sabemos muchísimo.
De cualquiera que sea otro sabemos todo lo que otros han dicho, escrito, escuchado de boca de algún otro, leído de letra de algún otro del que, a su vez, otros han dicho, o escrito, o escuchado de boca de algún otro o leído de letra de algún otro que, a su vez…
Pero, de nosotros, ¿quién dirá, o escribirá, algo que, si lo escucháramos o leyéramos, fuese un algo en lo que pudiésemos reconocernos como ese alguien que, aunque ni lo dijera ni escribiese nunca, pudiese decir sí, ese soy yo?
Una vez cerrada la última interrogación, cuando, habiendo marcado con su perfecta dicción y correcta entonación las pausas correspondientes a los signos de puntuación y el énfasis necesario para que se apreciase la diferencia entre el texto escrito en letra normal y el escrito en negrita, llevaba leída apenas una página — compuesta, que las contó, por doscientas setenta y dos palabras, mil doscientos ochenta y seis caracteres (sin espacios), mil quinientos cuarenta y nueve (con espacios), diez párrafos y veintiocho líneas — la señorita Licinia interrumpió la lectura, cerró el libro, se quitó las gafas, y dijo firmad y entregadme los dictados.
Y que ahora, mientras los corrijo, cada uno cogiera una hoja de papel y dibujase, a color, el distintivo con el que queráis ser identificado en el juego de la oca al que empezaríamos — dijo — a jugar mañana si los tenéis terminados.
Etiqueta: Baulito
Categoría: telas de araña
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Que ellas que despues de muchas pegas y muchas discusiones vinieron a ser casualmente catorce porque todas las demás pusieron excusas — o se las inventaron, Licinia, le dijo el director, que todos sabemos cómo son las madres — aduciendo que ellas tenían mucho que hacer y no les quedaba tiempo de ponerse a bordar y las que se pusieron les salió a cada cual como Dios le dio a entender y a su modo y manera porque algunas eran tan modernas y tan ejecutivas o feministas que les parecía una humillación el saber agarrar una aguja y no digamos ya ponerse un dedal que es cosa de abuelas bordaron con los nombres de los respectivos vástagos cotorreando, entre ellas — para alivio de la señorita, que, ahora, con la Verdana tan clarita, veía estupendamente y sin las gafas que estaban faltando tantas comas que por poco se ahoga —, que a ver por qué tenemos que ser siempre nosotras las que hacemos estos trabajos tan duros mientras que ellos se pasan la vida de comilonas y reuniones o todo lo más hacen la comida o algún viaje de negocios o al supermercado a hacer la compra y, sí, si les queda tiempo — la señorita volvió a tomar resuello — arreglan algún enchufe o la lavadora y llevan el coche a revisar o el niño al médico o a esgrima…
Y colocó la señorita las comas, celebrando, eso sí, que ahora la letra fuese más grande y que tuviésemos, en las catorce ocas y a modo de muestra, una colección de distintivos con sus nombres que, a medida que avanzase el juego y se incorporasen nuevos jugadores, iríamos de a poquito ampliando y perfeccionando; y que, también, los trabajos quedarían más vistosos.
Y se alegró asimismo de que, y se lo dijo al director, “mire, don Acisclo, con la Verdana 13 salimos justo a página por dictado y alumno”; y que así se llevaba mejor la cuenta de los novillos.
Etiqueta: Papeles
Categoría: Telas
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Title Cada uno cogiera una hoja de papel
https://valentina-lujan.es/C/cadaunocogiera.pdf
y dibujase a color, mientras ella corregía, el distintivo con el que le gustaría ser identificado y, colocándose de nuevo las gafas contemplando no poco disgustada los trabajos, tan irregulares, con letras tan desiguales que… y el director se lo dijo varias veces, “Licinia, dese cuenta”; y, sí, se la daba, pero siempre se había resistido a los cuadernos de caligrafía entendiendo que era beneficioso, para ellos, los chicos, el mantener cada cual su trazo, sus rasgos que, entendía ella aunque la psicología no era lo suyo sino de don Aurelio y, como es natural, “yo no debo interferir”, que irían definiendo, dibujando, sus personalidades en un tiempo que, a la vista de tantas faltas de ortografía como le vinieron a los ojos bote pronto o, que para qué (pensó) tanto latinismo culto “si no te está escuchando nadie” a un primer golpe de vista que, para poderlo hacer con calma y que no se le escapase ningún punto, tan pequeño pero tan importante a la hora de evitar equívocos de esos que tantos disgustos dan a veces, lo mejor iba a ser (les dijo, rectificando ya antes incluso de empezar a corregir) que, una vez dibujados, los bordasen a punto de cruz — por ejemplo —, aunque se dio cuenta en seguida, hipocondríaca, de que debía de ser que padecía un algo de deformación profesional porque, por qué, si no, no había dicho “nido de abeja”, o “flor de jazmín”, o nudo o sencillamente palestrina, así, sin cursiva ni comillas ni negrita porque, Licinia, por favor, el director, que es para hoy… Pero, no, había dicho de cruz y lo dicho dicho estaba y así estaban las cosas y no era cuestión de andarse desdiciendo a cada paso ni de…
Y que, para no andarse perdiendo en digresiones superfluas — agarrando con resolución el bolígrafo rojo rezongando para sí esta French Script MT que apenas se distingue la normal de la cursiva no me gusta nada —, poniéndose, acto seguido, a lo suyo y decidida a, desde mañana mismo, acostumbrarlos a la Times New Roman o a la Verdana entendiendo, además y que saltaba a la vista, que al ser mucho más grandes podría prescindir de las gafas, bordados, sobre tela, con el nombre a festón o como supiera hacerlo cada madre, que, luego, nos colocaremos en la manga izquierda, igual que sus brazaletes los futbolistas.
Y que si había quedado claro.
Etiqueta: Papeles
Categoría: Telas
Work type Literary: Other
Tags baulito chino, papeles, telas de araña, valentina luján
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Registry info in Safe Creative
Identifier 2306234663386
Entry date Jun 23, 2023, 11:05 AM UTC
License All rights reserved
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Author. Holder Valentina Luján. Date Jun 23, 2023.
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Derivation of: 2306234663294 - ¿Quiénes somos?
Derived work: 2306234663447 - Igual que sus brazaletes los futbolistas
Information available at https://www.safecreative.org/work/2306234663386-cada-uno-cogiera-una-hoja-de-papel