En mi despacho
08/20/2023
2308205088747

About the work

http://valentina-lujan.es/alicia/enmidespa.pdf
mirando aburrido a través de los cristales como el hombre accionaba sin aparente esfuerzo su enorme y complicada máquina mientras que yo me sentía sobrepasado, cansado, agotado y asqueado, allí, sentado tranquilamente — diría mi madre, que el trabajo intelectual lo ha valorado siempre en muy poco y, si alguna vez me he querido quejar del esfuerzo mental que requiere, la concentración que es necesaria, lo muy duro que es el trabajo del escri…
− El escribano, ya — ella, que nunca me deja terminar las frases — ¿Y qué hacéis total los escribanos más que dar fes y poner sellos?
− Y timbres, mamá — que no sé para qué le explico nada —; los escribanos, como tu dices, también ponemos timbres, pero yo no…
− Ah. O sea — como nunca me deja terminar —, que tú ni siquiera eso… Anda que, si tu padre levantara la cabeza, tan trabajador que era…
− Pero, mamá, mamá, que no te estoy hablando de eso…
− No, claro; si tú, con tal de cambiar de tema y no tener nunca una conversación en condiciones con tu madre cuando quién mejor que ella para comprenderte y aconsejarte…
− Que no, mamá, que es que yo, si me dejaras…
− Pero si bien dejado estás, ¿o no haces lo que te da la gana?
− No, mamá…
− Ah, ¿Qué no?... Pero, no, claro que no; tu haces lo que te manda ese amigote tuyo que, ese sí, te tiene, y tú sin darte cuenta, trabajando como un negro y, a mí, en cambio, un halógeno fundido en la cocina desde hace tres meses nunca tienes tiempo de venir a ponérmelo… Pero, ¿sabes qué?, que hoy no tengo ganas de discutir, y además estoy agotada porque he estado tres horas, tres horas en la modista probándome el traje para la boda de tu prima…
− Pero, ¿qué prima? — salta, con lo furioso que me pone que se coloque a mi espalda y los ojos fijos en la pantalla como un búho, bisbiseando —, ¿qué prima si tu única prima es sobrina de tu padre y sabes que no nos hablamos desde hace un montón de años…
Que, para una vez que parece que la cosa se encarrila, con personaje nuevo y todo, tanta ilusión que me hacía estrenar un personaje y las sorpresas que podría darme y tanta vida como podría yo darle…
− Pues haberle dicho — mi tía, Luisa, que ha vuelto de su viaje y viene a recoger a Indalecio; y que se lleva por cierto fatal con ella —, y la habrías dejao chafada, que hablabas de la del coche.
− ¿Y tacho la de la boda?
− La del coche, hombre, la prima del seguro del coche.
− Pero si no tengo coche.
− Ay, mira, hijo, sobrino… Tu madre que no tienes prima y tú que no tienes coche.
Y que pero qué desastre de familia es esta y qué poquito y que mal nos comunicamos cuando, precisamente, ella sólo venía por ayudar, por aportar alguna idea, pero, que, en fin, se marcha…
− ¿Y no se lleva a Indalecio? — mi amigo.
− ¿Y porque iba a llevarse a Indalecio? – María de los Dolores.
Pero es que María de los Dolores, como es tan nueva o tiene poca confianza todavía, se ve que aun no ha fisgoneado en mis papeles…. Que me paro a mirarlos, por cierto, y, pues, oye, no se ha dado tan espeso como me sentía mal la mañana hoy, que como quien no quiere la cosa casi dos.
Le pongo el capuchón al boli y me marcho a comer, que son las tres.
Versaciones

Literary: Other
versaciones
prosa
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Declaration Date: Aug 20, 2023, 12:02 AM

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Declaration Date: Aug 20, 2023, 12:02 AM

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Felipe Ledesma
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Title En mi despacho
http://valentina-lujan.es/alicia/enmidespa.pdf
mirando aburrido a través de los cristales como el hombre accionaba sin aparente esfuerzo su enorme y complicada máquina mientras que yo me sentía sobrepasado, cansado, agotado y asqueado, allí, sentado tranquilamente — diría mi madre, que el trabajo intelectual lo ha valorado siempre en muy poco y, si alguna vez me he querido quejar del esfuerzo mental que requiere, la concentración que es necesaria, lo muy duro que es el trabajo del escri…
− El escribano, ya — ella, que nunca me deja terminar las frases — ¿Y qué hacéis total los escribanos más que dar fes y poner sellos?
− Y timbres, mamá — que no sé para qué le explico nada —; los escribanos, como tu dices, también ponemos timbres, pero yo no…
− Ah. O sea — como nunca me deja terminar —, que tú ni siquiera eso… Anda que, si tu padre levantara la cabeza, tan trabajador que era…
− Pero, mamá, mamá, que no te estoy hablando de eso…
− No, claro; si tú, con tal de cambiar de tema y no tener nunca una conversación en condiciones con tu madre cuando quién mejor que ella para comprenderte y aconsejarte…
− Que no, mamá, que es que yo, si me dejaras…
− Pero si bien dejado estás, ¿o no haces lo que te da la gana?
− No, mamá…
− Ah, ¿Qué no?... Pero, no, claro que no; tu haces lo que te manda ese amigote tuyo que, ese sí, te tiene, y tú sin darte cuenta, trabajando como un negro y, a mí, en cambio, un halógeno fundido en la cocina desde hace tres meses nunca tienes tiempo de venir a ponérmelo… Pero, ¿sabes qué?, que hoy no tengo ganas de discutir, y además estoy agotada porque he estado tres horas, tres horas en la modista probándome el traje para la boda de tu prima…
− Pero, ¿qué prima? — salta, con lo furioso que me pone que se coloque a mi espalda y los ojos fijos en la pantalla como un búho, bisbiseando —, ¿qué prima si tu única prima es sobrina de tu padre y sabes que no nos hablamos desde hace un montón de años…
Que, para una vez que parece que la cosa se encarrila, con personaje nuevo y todo, tanta ilusión que me hacía estrenar un personaje y las sorpresas que podría darme y tanta vida como podría yo darle…
− Pues haberle dicho — mi tía, Luisa, que ha vuelto de su viaje y viene a recoger a Indalecio; y que se lleva por cierto fatal con ella —, y la habrías dejao chafada, que hablabas de la del coche.
− ¿Y tacho la de la boda?
− La del coche, hombre, la prima del seguro del coche.
− Pero si no tengo coche.
− Ay, mira, hijo, sobrino… Tu madre que no tienes prima y tú que no tienes coche.
Y que pero qué desastre de familia es esta y qué poquito y que mal nos comunicamos cuando, precisamente, ella sólo venía por ayudar, por aportar alguna idea, pero, que, en fin, se marcha…
− ¿Y no se lleva a Indalecio? — mi amigo.
− ¿Y porque iba a llevarse a Indalecio? – María de los Dolores.
Pero es que María de los Dolores, como es tan nueva o tiene poca confianza todavía, se ve que aun no ha fisgoneado en mis papeles…. Que me paro a mirarlos, por cierto, y, pues, oye, no se ha dado tan espeso como me sentía mal la mañana hoy, que como quien no quiere la cosa casi dos.
Le pongo el capuchón al boli y me marcho a comer, que son las tres.
Versaciones
Work type Literary: Other
Tags versaciones, prosa

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Registry info in Safe Creative

Identifier 2308205088747
Entry date Aug 20, 2023, 12:02 AM UTC
License All rights reserved

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Author. Holder Felipe Ledesma. Date Aug 20, 2023.


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