http://valentina-lujan.es/Q/qealcabdemu.pdf
que al cabo de mucho cavilar me decido a mostrarle, aunque ni en su versión original ni en la esperanza de que le vaya a estas alturas a servir ya para nada.
Para nada porque tanto si nos hallamos ― es decir: se halla usted ― ante el supuesto uno como ante el dos de los que se consideran más abajo, nosotros ― es decir: yo ― no estamos en el mismo sitio, a lo mejor; o estamos de otra forma, tal vez…
Tal vez creo que me va a gustar más ― vamos: que me gusta decididamente más ― porque… ¡a lo mejor resulta tan equívoco!
“A lo mejor llueve”, dice alguien; y ese mejor lo será para el campo, los cultivos, los pantanos… ¿Pero lo será para quien haya de enfrentarse a los elementos sin llevar un paraguas, o una gabardina, ni tener a mano un triste alero bajo el que resguardarse?
“A lo mejor el autobús se retrasa” y va y resulta que quien estaba esperándolo llega tarde a la cita que por fin le ha concedido aquella encantadora dama por la que anduvo suspirando años; claro que, si la dama tiene un novio o un marido o un amante que no quiere de ningún modo perderla, el retraso, a lo mejor...
O sea: que por eso le digo que…
El tal vez, en cambio, es otra cosa.
El tal vez sirve lo mismo para lo bueno que para lo malo y, mucho más neutral que el a lo mejor, deja el mismo margen para la adversidad que para la fortuna, da la misma ventaja o desventaja al pretendiente que al marido o al novio o al amante y, en cuanto al tipo sin paraguas, ni gabardina, ni alero, pues… yo qué sé: ¡a lo mejor escampa!
Ahí, mire, ahí sí que está bien el a lo mejor. Pero lo está, y no hay que perder el detalle de vista, porque estamos ― estoy yo ― hablando desde quien iba a sufrir las inclemencias del tiempo, y no del campo ni de los cultivos ni de los pantanos.
Y no por nada; que me gusta el campo, y no tengo nada contra los cultivos ni contra los pantanos, pero para hablar desde necesito como necesita cualquiera poder meterme en la piel de ese alguien que habla, o calla, o se moja o se zafa o se dice pues, oye, que no y se deja lo que fuera sin hacer y se queda en su casa, calentito, junto al fuego…
¡Quién pudiera!
Aunque junto al fuego no sé yo mucho si… pero como en este siglo nuestro que ya estamos ya las hogueras no… pues, tal vez…
¿Un churrasco?
No.
La electricidad es más limpia.
Claro que es éste un tal vez que lo mismo que el a lo mejor de antes igual también tiene su aquel…
Igual sí; pero, ¿qué aquel?
“Este cuadro es bonito, pero aquel otro también tiene su aquel”. Es decir: que gusta menos pero que feo no es.
O la salsa rosa frente a la tártara.
Que mal no está.
Con langosta, por ejemplo.
O hacer bolillos o montar en globo…
Qué tontería.
Bueno: que todo lo que tiene su aquel y resumiendo puede que no enloquezca pero agrada seguro.
Y hasta puede que sí y hasta que más. A mí, por ejemplo, me enloquecen los pasteles.
O no.
No: los pasteles sí; pero vamos por orden.
Quiero decir que hay a veces temas, cuestiones, circunstancias, sensaciones, que enloquecen, sí; y asustan, aterran, sobrecogen, intimidan, espantan; pero no agradan.
O sí.
Una botella de buen vino, pongamos; o de champán, con la langosta… O hasta dos a lo mejor tal vez incluso porque ya…
Pero como no voy a prodigarme en explicaciones de por qué descarté un Así nos encontrará ― pero no lo cliquee, que este es de broma ― que no terminaba de gustarme… Pues porque no; no sencillamente y vamos a dejarlo así, sin más…
En fin, verá: no tengo toda la vida para dar la vara como tal vez sí la da usted con sus problemas, que en tal caso a lo mejor me comprendía aunque no se metiera en mi piel, aunque si sí se metiera pues a lo mejor pues ya no, o ya sí…
Bueno, que aquí se la trascribo, tal cual, la que fue un día la página en la que se decía cómo encontrarnos o así nos encontrará y usted la lee o no la lee o hace lo que le parezca; y ahora me perdonará pero…
Y, de postre… ¿qué pediría?
Bueno, venga… Y con mucho sirope.
¿Café? No debería a estas horas, pero…
Junto al florerito se la dejo, perdone, y reza así:
Usted, amable internauta, ha acudido presuroso al reclamo de "Así nos encontrará" en la muy comprensible esperanza de...pues, eso: "encontrarnos" y ya está.
Mas ante el hecho de que cabe preguntarse -o al menos a nosotros nos cabe - cuál pueda estar siendo el significado último y exacto que está usted dando a la palabra "encontrar" y no siéndonos posible, por dificultades de índole meramente técnica, solicitar de usted así sobre la marcha y sin más dilaciones la pertinente aclaración, vamos a tratar de dar satisfacción a sus expectativas considerando las dos primeras posibilidades que así al pronto se nos ocurren y que son, a saber:
1ª. Que lo que usted ande buscando sea conocer cómo llegar hasta nosotros.
2ª. Que lo que usted quiera sea hacerse una idea más o menos aproximada - o aunque nada más fuera "general" o "sucinta" - de qué aspecto ofreceremos o en qué andaremos...
Etiqueta: Papeles
Categoría: Telas de araña