La diosa Selene, acompañada por su soledad y llena de tristeza, realizaba su ronda nocturna por el cielo con su carro, como siempre, pero aquella noche todo cambió. Descubrió a un joven pastor dormido en una cueva, que parecía tan solo como ella. Se trataba de Endimión. Ella fue incapaz de resistirse a su belleza y se enamoró. A partir de ese momento, todas las noches entraba sigilosa para admirarlo de cerca y cubrir su cuerpo con su manto de luz plateada, hasta que un día, él despertó al sentir
Creative Commons Attribution-NonCommercial 4.0