About the work
http://valentina-lujan.es/P/peronoacontin.pdf
pero no a continuar perdiendo mi precioso tiempo aquella tarde; de modo que me puse los guantes de látex y manos a la obra de poner en su conocimiento que, tal y como estaba, la pensaba arrastrar por el pasillo empujando con el pie y meterla debajo de la cama en la idea de prestarle, en un futuro que me quise prometer “inmediato” ― aunque con lo desastre que soy para algunas cosas, sé que le dije, no sé yo ―, toda la atención que merecía.
Y cuando lo hube puesto colgué.
Colgué con la idea en mente de quitarme los guantes y, resuelta a proceder sin piedad ni miramientos tal y como terminaba de anunciar, regresar junto a la caja; pero en vez de arrastrarla me sentaría, allí, a su lado, tratando de hacer memoria, me acuerdo — porque debí de suponer que el sólo hecho de imaginar los cantos y los bailes tan frenéticos de aquellas tribus exóticas me había despejado —, de si en alguna ocasión la habría utilizado para guardar en ella algo, tipo manta, o abrigo, o alguna de esas cosas voluminosas que se almacenan luego en los altillos y trasteros con indicaciones a rotulador que rezan “manta cama pequeña de rallas azules y blancas” o “abrigo granate”, pero llegué a la conclusión de que no porque, en tal caso y a la vista de que ésta no lucía ninguno de tales letreros, habría cabido sospechar que, con lo desastre que soy para algunas cosas, no sólo el contenido sino también el continente eran míos a la vista de la ausencia de letrero alguno. Pero, no logrando recordar tal detalle y crispada, tal vez, ya por el redoble de tambores que me estaban poniendo dolor de cabeza ya por la preocupación que me asaltó de a ver por qué no era yo capaz de acordarme de, tal y como tenía en mente, quitarme los guantes, empecé de forma maquinal o para distraerme a sacar papeles que iba leyendo muy por encima y sin mayor entusiasmo hasta que, de forma inesperada, encontré este folio que me llamó la atención no por nada especial ni porque estuviese dibujadito con bastante cuidado sino porque, cuando leí la pregunta que estaba dentro del óvalo, tuve consciencia muy clara que si hubiera tenido en mis manos el esquema 2 — para que existiese un esquema 2 a tenía, por pura lógica, que estar existiendo por lo menos un esquema 2 e, incluso y poniéndose en plan meticuloso, un esquema 1— yo no lo habría olvidado.
− ¡Así que era por eso! ― Me dije.
Y tranquilizada por haber encontrado la respuesta al porqué de no habérmelos quitado teniendo en mente, como recordaba claramente haber tenido, el quitármelos, no tuve ya prisa y continué con los papeles pero, como quedaban ya pocos en el fondo de la caja y yo no tenía ya prisa, pensé que terminaría en seguida y me los quitaría sin pensar ya pensando que, si de verdad la caja no era mía, tendría que haber encontrado en ella el abrigo granate con dos filas de botones que no tenía la menor idea de dónde lo habría guardado como soy tan desastre, pero que no tenía tampoco porqué encontrar algún esquema 2 que no siendo la caja mía no tenía ningún derecho a buscar.
Y me los quité, sí, pero pensando, también, que porqué tiene que pasarme justo a mí el pensar en lo que tengo en mente no pensar y no pensar en lo que tengo la firme resolución de no olvidar.
Papeles
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100% human created
Declaration Date:
1/3/24, 8:23 PM
Identification level:
Low
Fictional content
Declaration Date:
1/3/24, 8:23 PM
Identification level:
Low
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Title Me animé a sincerarme
http://valentina-lujan.es/P/peronoacontin.pdf
pero no a continuar perdiendo mi precioso tiempo aquella tarde; de modo que me puse los guantes de látex y manos a la obra de poner en su conocimiento que, tal y como estaba, la pensaba arrastrar por el pasillo empujando con el pie y meterla debajo de la cama en la idea de prestarle, en un futuro que me quise prometer “inmediato” ― aunque con lo desastre que soy para algunas cosas, sé que le dije, no sé yo ―, toda la atención que merecía.
Y cuando lo hube puesto colgué.
Colgué con la idea en mente de quitarme los guantes y, resuelta a proceder sin piedad ni miramientos tal y como terminaba de anunciar, regresar junto a la caja; pero en vez de arrastrarla me sentaría, allí, a su lado, tratando de hacer memoria, me acuerdo — porque debí de suponer que el sólo hecho de imaginar los cantos y los bailes tan frenéticos de aquellas tribus exóticas me había despejado —, de si en alguna ocasión la habría utilizado para guardar en ella algo, tipo manta, o abrigo, o alguna de esas cosas voluminosas que se almacenan luego en los altillos y trasteros con indicaciones a rotulador que rezan “manta cama pequeña de rallas azules y blancas” o “abrigo granate”, pero llegué a la conclusión de que no porque, en tal caso y a la vista de que ésta no lucía ninguno de tales letreros, habría cabido sospechar que, con lo desastre que soy para algunas cosas, no sólo el contenido sino también el continente eran míos a la vista de la ausencia de letrero alguno. Pero, no logrando recordar tal detalle y crispada, tal vez, ya por el redoble de tambores que me estaban poniendo dolor de cabeza ya por la preocupación que me asaltó de a ver por qué no era yo capaz de acordarme de, tal y como tenía en mente, quitarme los guantes, empecé de forma maquinal o para distraerme a sacar papeles que iba leyendo muy por encima y sin mayor entusiasmo hasta que, de forma inesperada, encontré este folio que me llamó la atención no por nada especial ni porque estuviese dibujadito con bastante cuidado sino porque, cuando leí la pregunta que estaba dentro del óvalo, tuve consciencia muy clara que si hubiera tenido en mis manos el esquema 2 — para que existiese un esquema 2 a tenía, por pura lógica, que estar existiendo por lo menos un esquema 2 e, incluso y poniéndose en plan meticuloso, un esquema 1— yo no lo habría olvidado.
− ¡Así que era por eso! ― Me dije.
Y tranquilizada por haber encontrado la respuesta al porqué de no habérmelos quitado teniendo en mente, como recordaba claramente haber tenido, el quitármelos, no tuve ya prisa y continué con los papeles pero, como quedaban ya pocos en el fondo de la caja y yo no tenía ya prisa, pensé que terminaría en seguida y me los quitaría sin pensar ya pensando que, si de verdad la caja no era mía, tendría que haber encontrado en ella el abrigo granate con dos filas de botones que no tenía la menor idea de dónde lo habría guardado como soy tan desastre, pero que no tenía tampoco porqué encontrar algún esquema 2 que no siendo la caja mía no tenía ningún derecho a buscar.
Y me los quité, sí, pero pensando, también, que porqué tiene que pasarme justo a mí el pensar en lo que tengo en mente no pensar y no pensar en lo que tengo la firme resolución de no olvidar.
Papeles
Work type Literary: Other
Tags prosa, papeles
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Registry info in Safe Creative
Identifier 2401036539881
Entry date Jan 3, 2024, 8:23 PM UTC
License All rights reserved
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Copyright registered declarations
Author. Holder La abogada. Date Jan 3, 2024.
Information available at https://www.safecreative.org/work/2401036539881-me-anime-a-sincerarme