Cuarto a espadas por la borda muere el pez
11/06/2023
2311066040014

About the work

https://valentina-lujan.es/T/trebede.pdf
Trébede comezón ligereza, diligencia barbanzón garabato, pernoctar alguacil fusiforme o, si a usted pudiera causarle más aplauso, arbitraríamos una solución, salina, o de continuidad si viene al caso, para, en tal estado de cosas, o de derecho camino sinusoidal del primer coseno — de pi, por ejemplo, por ir concretando — que le venga a usted, o a algún pariente, buenamente a la mano derecha según se entra o se sale del cuarto a espadas de la plancha pasaríamos a, sin denuedo y compostura ni más fin principalmente que el no tergiversar los hechos, interiorizar las cacerolas que, una vez bien fregadas sin olvidar frotarles con perdón el culo, tomarían posesión del uso y disfrute a que las hace acreedoras el elogio, tan sincero y expresado con tanto detalle y no menos cariño como el que ellos, allá, entre las espes…
– Pero, y perdone por la integración, a mí me parece que nos estamos desviando del tema central, porque…
¿Porque? ¿Ha dicho usted porque? ¿Así, sin más ni más y de costado?
– Talmente y, mal que me duela en el alma no le diré a usted mía pero sí de mi vecina del tercero que me la prestó en atención a su visita y somos casi podría decirse como hermanas, sin atisbo de pudor porque, y usted debiera de saberlo si prestara un poquito de aten…
Es plausible, y voy a reconocérselo sin el menor empacho a pesar del ardor no propiamente patrio pero sí de estómago por causa de las judías con oreja y la docena y casi media de pasteles; pero, ¿no estaríamos — me temo y aunque se me pueda tildar, que no sería la primera vez ni la decimonona, de cobarde — yéndonos irremisiblemente por las ramas de aquel abedul de allí enfrente?
– Y que hombre por Dios — que tuve así al pronto no sé qué sensación de que lo decía sin pensárselo mucho ni venir poco al paso, corto, semejante más a un trotecillo que a algo más sostenido e intrincado — y por la virgen y por…
Los santos, sí, todos, en sus peanas; ya lo sé.
– Y que a ver si es que lo que pasaba esque no me había yo documentado, antes de emprender viaje para proceder desde tan antiguo a la entrevista, en (o de) que su memoria es proverbial y sin resquicio de arquitrabe o angostura.
Arguyendo que si, al objeto meramente regulador de sintonizar sin desvaríos — y que esto no era, puntualizó, una pregunta ni por asomos a la ventana cerrada a cal y a canto en do mayor capciosa —, no sería más acertado seguir dando vueltas a la ruedecilla del dial para dar con la frecuencia deseada y nunca impuesta o, por no entrar en detalles incómodos de esos que aprietan y terminan por hacer rozaduras, continuar rumiando con la misma parsimonia de siempre.
– Y, ¿usted?
Yo, ¿qué?
– Que qué hubiera hecho usted, en mi caso, quiero decir.
Imagino que, si la información de que dispongo no es errónea, volver a lo mío, quiero decir a “lo suyo” y, lejos de consideraciones despaciosas que suelen terminar tirando como todo el mundo sabe cuando no la cabra al monte, levantar la cabeza y elevar mis afanes a lo más alto de la capacidad discursiva de que Dios, nuestro señor, en su infinita magnanimidad, nos ha dotado.
Quimeras

Literary: Other
prosa
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Valentina Luján
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Title Cuarto a espadas por la borda muere el pez
https://valentina-lujan.es/T/trebede.pdf
Trébede comezón ligereza, diligencia barbanzón garabato, pernoctar alguacil fusiforme o, si a usted pudiera causarle más aplauso, arbitraríamos una solución, salina, o de continuidad si viene al caso, para, en tal estado de cosas, o de derecho camino sinusoidal del primer coseno — de pi, por ejemplo, por ir concretando — que le venga a usted, o a algún pariente, buenamente a la mano derecha según se entra o se sale del cuarto a espadas de la plancha pasaríamos a, sin denuedo y compostura ni más fin principalmente que el no tergiversar los hechos, interiorizar las cacerolas que, una vez bien fregadas sin olvidar frotarles con perdón el culo, tomarían posesión del uso y disfrute a que las hace acreedoras el elogio, tan sincero y expresado con tanto detalle y no menos cariño como el que ellos, allá, entre las espes…
– Pero, y perdone por la integración, a mí me parece que nos estamos desviando del tema central, porque…
¿Porque? ¿Ha dicho usted porque? ¿Así, sin más ni más y de costado?
– Talmente y, mal que me duela en el alma no le diré a usted mía pero sí de mi vecina del tercero que me la prestó en atención a su visita y somos casi podría decirse como hermanas, sin atisbo de pudor porque, y usted debiera de saberlo si prestara un poquito de aten…
Es plausible, y voy a reconocérselo sin el menor empacho a pesar del ardor no propiamente patrio pero sí de estómago por causa de las judías con oreja y la docena y casi media de pasteles; pero, ¿no estaríamos — me temo y aunque se me pueda tildar, que no sería la primera vez ni la decimonona, de cobarde — yéndonos irremisiblemente por las ramas de aquel abedul de allí enfrente?
– Y que hombre por Dios — que tuve así al pronto no sé qué sensación de que lo decía sin pensárselo mucho ni venir poco al paso, corto, semejante más a un trotecillo que a algo más sostenido e intrincado — y por la virgen y por…
Los santos, sí, todos, en sus peanas; ya lo sé.
– Y que a ver si es que lo que pasaba esque no me había yo documentado, antes de emprender viaje para proceder desde tan antiguo a la entrevista, en (o de) que su memoria es proverbial y sin resquicio de arquitrabe o angostura.
Arguyendo que si, al objeto meramente regulador de sintonizar sin desvaríos — y que esto no era, puntualizó, una pregunta ni por asomos a la ventana cerrada a cal y a canto en do mayor capciosa —, no sería más acertado seguir dando vueltas a la ruedecilla del dial para dar con la frecuencia deseada y nunca impuesta o, por no entrar en detalles incómodos de esos que aprietan y terminan por hacer rozaduras, continuar rumiando con la misma parsimonia de siempre.
– Y, ¿usted?
Yo, ¿qué?
– Que qué hubiera hecho usted, en mi caso, quiero decir.
Imagino que, si la información de que dispongo no es errónea, volver a lo mío, quiero decir a “lo suyo” y, lejos de consideraciones despaciosas que suelen terminar tirando como todo el mundo sabe cuando no la cabra al monte, levantar la cabeza y elevar mis afanes a lo más alto de la capacidad discursiva de que Dios, nuestro señor, en su infinita magnanimidad, nos ha dotado.
Quimeras
Work type Literary: Other
Tags prosa

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Identifier 2311066040014
Entry date Nov 6, 2023, 1:07 PM UTC
License All rights reserved

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Author. Holder Valentina Luján. Date Nov 6, 2023.


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