About the work
https://valentina-lujan.es/alicia/oleimportaseunrab.pdf
muy torticeramente interpretado por parte de usted bajo los efectos de la confusión en que se hallaba sumido, porque luego su amigo lo sacó del error explicándole que, muy por el contrario, lo llenaba de alborozo y de unas jamás anteriormente sospechadas esperanzas porque, dijo, eso les podía estar abriendo de forma providencial una puerta para, al amparo de una prosa un tanto preciosista o, si lo prefería usted, recargada o incluso barroca al estilo como si dijéramos dieciochesco francés, adentrarlos en un mundo de oscuros nubarrones cerniéndose sobre aguas embravecidas rompiendo contra abruptos acantilados de Bretaña o Normandía o, estirándose un poco consultando un atlas o folletos de esos que dan en las agencias de viajes, de algún paraje solitario de las tierras altas de Escocia como debían de serlo, seguro, le parecía a él, los alrededores de Inverness, o de Thurso o de Wick para, desde ahí, hacer una incursión en la tan para ambos novedosa y nunca antes intentada novela negra.
– Pero es que yo ― le expuso usted ―, con el desasosiego que me traigo con el asunto del papel para el pingüino del padre de Ramírez, no creo que pueda concentrarme en algo tan…
– ¡Olvídate del viejo y del pingüino!
Pero usted le contestó que no podía.
– ¿No? ― Y que qué lástima con lo divertido, lo emocionante, el subidón de adrenalina que podía ser un asesinato en una noche ventosa y sin luna.
Además, agregó, se lo tenía prometido a Celedonia, que le hacía muchísima ilusión; y que no quería por nada del mundo fallarle.
‒ No me fallarás ― le dijo ― si tienes la suficiente sangre fría como para planearlo bien.
Y que no es que quisiera meterle prisa pero que se lo fuese pensando; que así, en caliente y sin dar demasiadas largas, todo saldría mejor.
‒ Pero…
‒ Déjate de peros.
Además ― le prometió ― él le ayudaría y “estaremos juntos en esto”.
Pero, bueno. Es sólo una idea; una especie de borrador un poco apresurado porque esta mañana ando yo muy liada sacando brillo a la plata y, como comprenderá, entre tantos candelabros y cubiertos y bandejas como usted almacena, no tengo tiempo de dejarle algo más elaborado; así que, como lo he escrito, ya le digo, sin poner todo el esmero del mundo y sin mucho entusiasmo porque tengo la mente en mis quehaceres, no me molestará que usted no lo tome en cuenta y siga con lo de la maternidad a su manera o, porque entiendo que tirar de nueve meses de embarazo y un parto puede ser complicado para usted o darle pereza, no mencione el asunto y cambie la baja por la de un accidente laboral, por ejemplo, que la tuvo postrada en cama justo los cuatro meses que usted que usted necesita — para no tener que echar otras cuentas ni hacer tachones — porque, regresando del trabajo una noche a muy altas horas, un chaval desde un coche le dio un tirón del bolso y le rompió la pelvis.
Que si tampoco le gusta puede cambiarlo por cualquier otra cosa que, a usted, o a su madre o a Ramírez, pueda venirles mejor.
Y ahora voy a seguir con lo mío y, cuando termine — ya le he comentado que tengo la mañana muy liada —, subiré al piso de arriba a limpiar las arañas de Murano del comedor y a dar cera al piso de la biblioteca.
Versaciones
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100% human created
Declaration Date:
8/13/23, 3:41 PM
Identification level:
Low
Fictional content
Declaration Date:
8/13/23, 3:41 PM
Identification level:
Low
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Title Le importase un rábano
https://valentina-lujan.es/alicia/oleimportaseunrab.pdf
muy torticeramente interpretado por parte de usted bajo los efectos de la confusión en que se hallaba sumido, porque luego su amigo lo sacó del error explicándole que, muy por el contrario, lo llenaba de alborozo y de unas jamás anteriormente sospechadas esperanzas porque, dijo, eso les podía estar abriendo de forma providencial una puerta para, al amparo de una prosa un tanto preciosista o, si lo prefería usted, recargada o incluso barroca al estilo como si dijéramos dieciochesco francés, adentrarlos en un mundo de oscuros nubarrones cerniéndose sobre aguas embravecidas rompiendo contra abruptos acantilados de Bretaña o Normandía o, estirándose un poco consultando un atlas o folletos de esos que dan en las agencias de viajes, de algún paraje solitario de las tierras altas de Escocia como debían de serlo, seguro, le parecía a él, los alrededores de Inverness, o de Thurso o de Wick para, desde ahí, hacer una incursión en la tan para ambos novedosa y nunca antes intentada novela negra.
– Pero es que yo ― le expuso usted ―, con el desasosiego que me traigo con el asunto del papel para el pingüino del padre de Ramírez, no creo que pueda concentrarme en algo tan…
– ¡Olvídate del viejo y del pingüino!
Pero usted le contestó que no podía.
– ¿No? ― Y que qué lástima con lo divertido, lo emocionante, el subidón de adrenalina que podía ser un asesinato en una noche ventosa y sin luna.
Además, agregó, se lo tenía prometido a Celedonia, que le hacía muchísima ilusión; y que no quería por nada del mundo fallarle.
‒ No me fallarás ― le dijo ― si tienes la suficiente sangre fría como para planearlo bien.
Y que no es que quisiera meterle prisa pero que se lo fuese pensando; que así, en caliente y sin dar demasiadas largas, todo saldría mejor.
‒ Pero…
‒ Déjate de peros.
Además ― le prometió ― él le ayudaría y “estaremos juntos en esto”.
Pero, bueno. Es sólo una idea; una especie de borrador un poco apresurado porque esta mañana ando yo muy liada sacando brillo a la plata y, como comprenderá, entre tantos candelabros y cubiertos y bandejas como usted almacena, no tengo tiempo de dejarle algo más elaborado; así que, como lo he escrito, ya le digo, sin poner todo el esmero del mundo y sin mucho entusiasmo porque tengo la mente en mis quehaceres, no me molestará que usted no lo tome en cuenta y siga con lo de la maternidad a su manera o, porque entiendo que tirar de nueve meses de embarazo y un parto puede ser complicado para usted o darle pereza, no mencione el asunto y cambie la baja por la de un accidente laboral, por ejemplo, que la tuvo postrada en cama justo los cuatro meses que usted que usted necesita — para no tener que echar otras cuentas ni hacer tachones — porque, regresando del trabajo una noche a muy altas horas, un chaval desde un coche le dio un tirón del bolso y le rompió la pelvis.
Que si tampoco le gusta puede cambiarlo por cualquier otra cosa que, a usted, o a su madre o a Ramírez, pueda venirles mejor.
Y ahora voy a seguir con lo mío y, cuando termine — ya le he comentado que tengo la mañana muy liada —, subiré al piso de arriba a limpiar las arañas de Murano del comedor y a dar cera al piso de la biblioteca.
Versaciones
Work type Literary: Other
Tags versaciones, prosa
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Registry info in Safe Creative
Identifier 2308135053952
Entry date Aug 13, 2023, 3:41 PM UTC
License All rights reserved
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Copyright registered declarations
Author. Holder Lola. Date Aug 13, 2023.
Information available at https://www.safecreative.org/work/2308135053952-le-importase-un-rabano