About the work
http://valentina-lujan.es/R/queavecesnospa.pdf
Que a veces nos pasa y por algo tan insignificante como aquella vez que dijo que nací en 1958, en la madrugada del domingo 14 de diciembre.
Que no es que fuese propiamente lo que me molestó puesto que yo misma me había quitado tres años cuando nos conocimos; aunque el dato pudiera resultar, y resultó, bastante irrelevante porque él jamás se fijó mucho; no llevó la cuenta ni reparó en una minucia que figuraría en mi DNI, sí, y en el padrón, y en cualquier otro papelote absurdo de esos que se miran a veces, pero muy por encima y sin ponerse, así, bien repanchingado uno en el sillón de orejas, y con las gafas muy bien puestas de modo que “oh, vaya, cómo lamento interrumpir … ¿qué libro estás leyendo?”.
¿Conoce alguien a alguien que haya contestado “el de familia; pero no te preocupes, me vendrá bien un pequeño descanso”?
Así que la bronca no fue por eso.
Lo que me irritó fue el aplomo con que refirió cómo mi madre recordaba que la tarde anterior – es decir: la del martes 13 de diciembre de 1955, aunque él no lo sabía – había estado con mi padre en el cine Capitol viendo Falso Culpable.
– Y desde entonces – decía mi madre; y él lo repetía tal cual por dar más fuerza a semejante afirmación – no he vuelto a pisar una sala de cine.
– Eso, mira – le dije – es cierto. Pero la película, si no te importa, era Sospecha, y, el cine…
– ¿Y cuánto puede importar eso si, en ambos casos…
– No sé ni cuánto puede importar ni si en ambos casos, pero… Además: no la vio con mi padre sino con su amiga Mercedes.
– La duda que tengo – se puso a hacer memoria –, sin embargo…
– Si es de Falso Culpable – yo, muy seca – no te podré ayudar: tampoco yo la he visto.
– No: que nunca me quedó claro si fue por causa de la maternidad, como ahí la vida de las mujeres cambia tanto; o porque algo de la película la impresionara mucho y, en su estado…
– Ah ― dije en voz alta. Y para mí sola ―: “¿cómo has podido ser tan tonta de no imaginar que cambiaría de tema?”.
Porque, cuando nos ponemos un poquito tensos, es lo que hace.
Y, con cara de no haber roto un plato:
– ¿A ti tampoco te lo dijo nunca?
– Pues no. Pero imagino que sería porque su amiga Mercedes se marchó a vivir a Salamanca; y como a mi padre no le gustaba el cine y no iba nunca…
Porque yo, no puedo remediarlo, pero soy muy mía; y si me buscan las cosquillas puede que hasta bastante chinchorrera.
Pero por lo general nos llevamos bien, o no mucho peor que otras muchas parejas.
(Ver, si se siente curiosidad, pequeño comentario adjunto)
Etiqueta: Papeles
Categoría: Telas
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100% human created
Declaration Date:
6/28/23, 2:09 PM
Identification level:
Low
Fictional content
Declaration Date:
6/28/23, 2:09 PM
Identification level:
Low
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Title Que a veces nos pasa
http://valentina-lujan.es/R/queavecesnospa.pdf
Que a veces nos pasa y por algo tan insignificante como aquella vez que dijo que nací en 1958, en la madrugada del domingo 14 de diciembre.
Que no es que fuese propiamente lo que me molestó puesto que yo misma me había quitado tres años cuando nos conocimos; aunque el dato pudiera resultar, y resultó, bastante irrelevante porque él jamás se fijó mucho; no llevó la cuenta ni reparó en una minucia que figuraría en mi DNI, sí, y en el padrón, y en cualquier otro papelote absurdo de esos que se miran a veces, pero muy por encima y sin ponerse, así, bien repanchingado uno en el sillón de orejas, y con las gafas muy bien puestas de modo que “oh, vaya, cómo lamento interrumpir … ¿qué libro estás leyendo?”.
¿Conoce alguien a alguien que haya contestado “el de familia; pero no te preocupes, me vendrá bien un pequeño descanso”?
Así que la bronca no fue por eso.
Lo que me irritó fue el aplomo con que refirió cómo mi madre recordaba que la tarde anterior – es decir: la del martes 13 de diciembre de 1955, aunque él no lo sabía – había estado con mi padre en el cine Capitol viendo Falso Culpable.
– Y desde entonces – decía mi madre; y él lo repetía tal cual por dar más fuerza a semejante afirmación – no he vuelto a pisar una sala de cine.
– Eso, mira – le dije – es cierto. Pero la película, si no te importa, era Sospecha, y, el cine…
– ¿Y cuánto puede importar eso si, en ambos casos…
– No sé ni cuánto puede importar ni si en ambos casos, pero… Además: no la vio con mi padre sino con su amiga Mercedes.
– La duda que tengo – se puso a hacer memoria –, sin embargo…
– Si es de Falso Culpable – yo, muy seca – no te podré ayudar: tampoco yo la he visto.
– No: que nunca me quedó claro si fue por causa de la maternidad, como ahí la vida de las mujeres cambia tanto; o porque algo de la película la impresionara mucho y, en su estado…
– Ah ― dije en voz alta. Y para mí sola ―: “¿cómo has podido ser tan tonta de no imaginar que cambiaría de tema?”.
Porque, cuando nos ponemos un poquito tensos, es lo que hace.
Y, con cara de no haber roto un plato:
– ¿A ti tampoco te lo dijo nunca?
– Pues no. Pero imagino que sería porque su amiga Mercedes se marchó a vivir a Salamanca; y como a mi padre no le gustaba el cine y no iba nunca…
Porque yo, no puedo remediarlo, pero soy muy mía; y si me buscan las cosquillas puede que hasta bastante chinchorrera.
Pero por lo general nos llevamos bien, o no mucho peor que otras muchas parejas.
(Ver, si se siente curiosidad, pequeño comentario adjunto)
Etiqueta: Papeles
Categoría: Telas
Work type Literary: Other
Tags la mujer de don joaquín, papeles, telas de araña
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Registry info in Safe Creative
Identifier 2306284703216
Entry date Jun 28, 2023, 2:09 PM UTC
License All rights reserved
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Copyright registered declarations
Author. Holder La mujer de don Joaquín. Date Jun 28, 2023.
Information available at https://www.safecreative.org/work/2306284703216-que-a-veces-nos-pasa