La espera
Ya estoy en casa son las palabras que anhelo escuchar desde el momento en que te vas por las mañanas. Me asomo al balcón y contemplo tus pasos que te alejan de mí. Sé que mi día no tendrá alicientes y me limito a dar vueltas por las habitaciones en busca de tu aroma. Mi ánimo solo se recupera cuando el tintineo de las llaves me anuncia tu llegada. Entonces corro a coger la correa y te recibo con un sonoro ladrido.