Seis meses de prueba
El lunes me presenté en las oficinas y me senté donde mi jefe me había indicado. Al cabo de unas horas me llamó la secretaria del director. Al parecer tenía que haber pasado por el departamento de personal para formalizar el contrato. Luego supe que habían llamado a casa diciendo que no me había presentado.
Sobre las once de la mañana llegó Torres para recoger los billetes a Lanzarote. Después de hablar brevemente con el director se acercó y me dijo:
—El jefe quiere que viajes conmigo.