Embelesado por el arrullo
del envolvente amor
que fluye de tus claros ojos,
me dejé arrastrar
seducido por el encanto
de tus playas serenas.
Y al fin, náufrago,
en tu pecho cálido
anidé mi amor
para no marcharme.
Preso estoy de ti
y no deseo fugarme.