Artesanos de México y representantes de la Unesco han coincidido durante la Primera Feria de Arte Popular Mexicano celebrada en Xcaret en la necesidad de proteger la propiedad intelectual del arte popular mexicano. La sobrecomercialización y la apropiación indebida son las principales amenazas que pesan sobre la artesanía mexicana según los propios creadores y los expertos del organismo internacional.
Existen herramientas de protección, pero no una solución única
La protección intelectual del arte popular mexicano es esencial frente a riesgos como la sobrecomercialización y la apropiación indebida por parte de ciertas marcas, según los artesanos de México y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, Unesco. Carlos Tejada, oficial nacional de Cultura de este organismo internacional, ha destacado que, aunque existen herramientas como la denominación de origen para proteger estos bienes culturales, no existe una solución única.
«En el caso de la artesanía, es complejísimo. Aunque existen muchas figuras, existe el tema de la denominación de origen, la marca colectiva, existen varias alternativas, pero no existe una fórmula mágica que sea buena para todos los casos», ha reconocido Tejada durante una entrevista de EFE en la Primera Feria de Arte Popular Mexicano celebrada en Xcaret, en el Caribe mexicano.
Proteger también el significado cultural y los procesos de las obras
Asimismo, Tejada enfatizó la importancia de proteger no sólo las obras, sino también los significados culturales y los procesos que las rodean según la Convención de la Unesco para la salvaguarda del patrimonio cultural y material. «Es muy importante, evidentemente, el tema de la protección intelectual y la protección material, pero sobre todo, para la Convención de la Unesco, es más importante trabajar en la protección de los significados culturales y todos los elementos culturales históricos identitarios».
El plagio de los diseños indígenas es un problema creciente
Un primer paso se dio con el programa Original, creado durante el Gobierno del expresidente mexicano Andrés Manuel López Obrador (2018-2024), con la intención de frenar los plagios de diseños indígenas por parte de las grandes marcas. Sin embargo, el problema sigue afectando de forma grave a los artesanos.
La familia Linares, titular de los derechos de los alebrijes, enfrenta varios litigios
Uno de los 140 artesanos que participaron en el evento en Xcaret, Leonardo Linares Vargas, nieto del creador de los alebrijes Pedro Linares, advirtió a EFE sobre la creciente piratería de estas obras de arte popular. Se trata de un tipo de artesanía realizada en cartón o papel y estructura de alambre o con madera pintada en colores vibrantes que representa animales fantásticos sobre la que la familia Linares posee los derechos de autor y de propiedad intelectual.
La popularidad de estas obras aumentó cuando el pintor Diego Rivera adquirió varias piezas y en la década de 1940 muchos artistas plásticos que llegaban al mercado ‘Abelardo Rodríguez’ para hacer murales se convirtieron en sus compradores.
En la actualidad, la familia ha enfrentado varios litigios para proteger sus derechos, incluido uno con China, donde se intentaba producir en masa versiones piratas de alebrijes. Linares también ha mencionado un conflicto reciente con el Gobierno de Oaxaca, que intentó apropiarse del nombre y la figura de los alebrijes.
La artista indígena Kena Bautista denuncia la apropiación de sus creaciones
Por su parte, la artista indígena wirarika Kena Bautista también ha compartido su experiencia con empresas que se apropian indebidamente de sus creaciones. «Nos piden diseños y nos prometen trabajo, pero luego se los llevan a otro lado para producirlos más baratos y, a veces, ni siquiera me pagan por el diseño», ha denunciado Bautista. Ahora, debido a estas prácticas abusivas, se enfoca en preservar la originalidad de su arte y ha dejado de colaborar con algunas marcas.
Fuente: EFE, Infobae, Contramuro