SAFE CREATIVE · CREATORS

SAFE CREATIVE · CREATORS

Noticias

¿Tu curso online está protegido por derechos de autor? 

Crear cursos online es una de las formas más efectivas que hay actualmente para compartir conocimientos y generar ingresos sin tener que sumarle horas extra a tu día. Sin embargo, el plagio puede convertirse en un verdadero dolor de cabeza. Si también te preocupa que alguien copie tus materiales sin tu permiso, sigue leyendo. 

Te contaré cómo proteger tus cursos online de forma clara y práctica. Si te dedicas a vender otro tipo de productos digitales como guías de estudio, agendas o similares, también puedes aplicar lo que leerás. 

¿Por qué deberías proteger tu contenido? 

Proteger tus cursos impacta directamente en tu reputación y tus ingresos. Entre muchas razones, hay tres que son las que considero más importantes: 

  • Preservar tu originalidad: tus cursos no solo representan el tiempo y dedicación que has invertido en ellos, sino también tu perspectiva única y conocimiento experto. Protegerlos significa garantizar que esa originalidad permanezca asociada exclusivamente contigo, evitando que otros se apropien de tu esfuerzo sin autorización. 
  • Mantener tu reputación profesional: el plagio puede afectar la percepción que otros tienen de ti y de tu negocio. Además, cuando alguien plagia tus cursos y los vende, los compradores podrían asumir que recibirán el mismo nivel de asistencia o calidad que tú ofreces, lo que podría resultar en experiencias negativas asociadas a tu contenido, aunque tú no tengas ninguna relación con esas copias no autorizadas. 
  • Proteger tus ingresos: creo que no necesita mayor explicación, si no te compran a ti, no eres tú quien se beneficia económicamente de aquello que creaste. Es importante recordar que, en muchos casos, estos compradores no están realmente interesados en el valor completo de tu oferta, realmente no son tu cliente ideal.  

¿Qué protege los derechos de autor en tu curso online? 

Salté directamente al plagio, sorry, es lo que suelen preguntarme, pero necesito dar un paso atrás y explicar qué son los derechos de autor. Para no entrar en demasiados detalles ni rastrear su origen histórico, te lo resumo: los derechos de autor son un conjunto de derechos exclusivos que tienen los creadores para proteger las obras fruto de su intelecto. Dicho así, parece bastante claro de qué se trata, ¿verdad?. Sin embargo, las cosas se complican un poco cuando intentamos definir qué es exactamente lo que protegen. Y aquí surge una pregunta fundamental: ¿quién puede considerarse autor?.  

Un autor es aquel humano que crea una obra de forma intencional. Así que, si estás pensando en decirle a la inteligencia artificial que cree un curso que luego venderás, así sin más, eso no puede considerarse obra y, por tanto, no la podrás proteger por derechos de autor. Bien, entonces ya sabes lo que son los derechos de autor, y lo que es un autor (no nos complicaremos por hoy explicando otras figuras como los colaboradores, editores, divulgadores, etc.), veamos qué es una obra. 

Cuando comencé a estudiar, la verdad es que para mí los derechos de autor solo aplicaban a cuadros, obras teatrales y novelas profundas, y ya. Pero descubrí que estaba muy equivocada. Cuando la ley habla de «obras», abarca mucho más: incluye creaciones artísticas, literarias e incluso científicas, sin importar el medio o soporte en el que se expresen, ya sea tangible, intangible, existente o que se invente en el futuro. Lo mejor de todo es que no hay un listado cerrado de lo que cuenta como «obra», dejando espacio para casi cualquier cosa que puedas imaginar y crear, siempre que cumpla con un requisito esencial: la originalidad. 

Sé que me puedes estar leyendo desde algún lugar fuera de España, pero utilizaré su ejemplo para que veas que hay un listado enorme de creaciones que pueden considerarse una obra. En el artículo 10 de la Ley de Propiedad Intelectual podrás leer, entre otros, los siguientes: 

a) Los libros, folletos, impresos, epistolarios, escritos, discursos y alocuciones, conferencias, informes forenses, explicaciones de cátedra y cualesquiera otras obras de la misma naturaleza 

f) Los proyectos, planos, maquetas y diseños de obras arquitectónicas y de ingeniería 

g) Los gráficos, mapas y diseños relativos a la topografía, la geografía y, en general, a la ciencia. 

¿Cómo te quedas? ¿Esperabas que dijera solamente pinturas, músicas o así? Yo también hace 20 años, pero ya ves, estaba equivocada. En cualquier curso online podemos conseguir ciertos contenidos que, siendo originales, pueden estar protegidos por derechos de autor: 

  1. Guías, descargables, fichas, infografías, modelos que entregues. 
  1. La forma como explicas los puntos de tu curso, que se podrá ver reflejado en un escrito, video o notas de voz. 
  1. Entradillas de vídeo que hagas para cada lección. 
  1. Algún dibujo que hayas creado para identificar tu curso. Aquí te sugiero leer también este artículo

Ojo, importante, lo que creas debe ser original, debe ser diferenciador, no tienes que ser un Picasso académico, pero si lo que entregas es una nota de voz diciendo algo obvio como: «para publicar en Instagram® clica en este y este enlace», esta no se puede considerar una obra. Te doy otro ejemplo de lo que no se consideraría obra: creas un curso de maquillaje donde entregas un rostro que descargaste de Canva®. Esto no puede tener derechos de autor para ti, porque ya son de alguien más. 

Cinco formas de proteger tus cursos online 

Bien, ya sabes qué puedes proteger, ya los puedes identificar, ahora vamos al cómo. Te diré algunas estrategias que no solamente se relacionan con tus derechos de autor, sino con algo más. 

  1. Registra el nombre de tu curso como marca: si el título de tu curso tiene un nombre distintivo, considera registrarlo como marca de servicios. Esto te permitirá: 
  • Evitar que otros utilicen el mismo nombre o algo similar.
  • Asociar ese nombre de forma exclusiva con tu producto digital. 
  1. Registra en Safe Creative® tus derechos de autor: aunque legalmente no requieras un registro para tener derechos de autor, porque desde su creación automáticamente los tienen, es recomendable registrarlos, de esta manera tendrás una prueba cierta de su autoría y fecha de creación.  
  1. Define licencias de uso: decide cómo otros pueden usar tus contenidos. Algunas opciones comunes son: 
  • Licencias gratuitas para compartir ciertos materiales con fines educativos. 
  • Licencias comerciales si quieres monetizar el uso de tu contenido. 
  • Especificar si el uso permitido es personal o también comercial. 
  1. Agrega avisos legales en tus materiales: incluye disclaimers o advertencias en tus cursos, dejando claro que los derechos de autor y las marcas están protegidos por ley. Esto actúa como un elemento disuasorio frente a posibles infractores. 
  1. Utiliza tecnología para proteger tu contenido: si bien es cierto que tenerlos registrados ya es un gran paso en su protección, darle un plus extra como evitar que se descarguen los vídeos, que utilicen la opción de copiar, o similares, es una forma más fuerte de evitar el plagio. 

¿Qué hacer si descubres un plagio? 

Si, pese a todas tus precauciones, encuentras que alguien ha copiado tu contenido, no te desesperes. Sigue estos pasos: 

  1. Mantén la calma: evita actuar de manera impulsiva, no alimentes al monstruo, decir públicamente que tal cuenta te está copiando es enviar esos clientes no ideales directamente a sus manos, haciendo que sus ventas aumenten.  
  1. Recopila pruebas: haz capturas de pantalla, graba videos o descarga evidencias que demuestren el plagio. 
  1. Contacta al infractor: a veces un mensaje directo puede resolver la situación, muchas veces hemos solucionado algunos plagios de esta manera, aunque no lo creas hay personas que piensan que pueden revender un curso que compraron. 
  1. Presenta una denuncia: si no obtienes respuesta, denuncia el contenido en plataformas como Google®, Instagram® o Facebook®. En este artículo podrás ver cómo hacerlo. 

Antes de irme 

Proteger tus cursos online no solo es posible, sino esencial para mantener tu trabajo seguro, tus ingresos estables y tu reputación intacta. Desde registrar marcas y derechos de autor hasta establecer licencias claras, las opciones son muchas. Además, si alguna vez enfrentas un caso de plagio, recuerda que tienes herramientas legales y prácticas a tu disposición. 

🪧 Aviso: los artículos de Opinión reflejan las perspectivas de sus autores. SafeCreative no se identifica necesariamente con los puntos de vista expresados en ellos.
Caribay Camacho
Caribay Camacho
Consultora digital y abogada. Ayudo a las empresas digitales a cumplir las leyes de comercio electrónico sin quebraderos de cabeza.

Compartir

Artículos relacionados