Los vídeos de TikTok, como casi cualquier contenido audiovisual de acceso público, tienen derechos de propiedad comercial e intelectual. La red los regula según una serie de normas de uso compatibles con la legislación internacional y de los países en que está presente. Las sanciones por el incumplimiento de estas normas incluyen la retirada de los vídeos, la suspensión temporal o incluso la eliminación de cuentas.
La era de la impunidad ya es historia en TikTok. El pasado mes de febrero, decenas de miles de usuarios se quedaron perplejos al comprobar que algunos de sus vídeos habían sido eliminados sin previo aviso de la red social china. ¿La razón de esta purga masiva? Que esos vídeos incluían canciones pertenecientes a Universal Music Group (UMG), la primera gran discográfica que ha decidido retirar su catálogo de TikTok.
Respetando los derechos de autor
Portavoces de ByteDance, la compañía que administra la red, acusan a Universal de «poner el afán de lucro por encima de los intereses objetivos de cantantes, autores y usuarios«, pero la decisión no parece tener vuelta atrás y ha dado pie a un enrevesado pleito: la discográfica UMG reprocha a TikTok que no está tomándose en serio la tarea de eliminar por completo su material lo antes posible.
Como consecuencia de este desencuentro comercial, un número indeterminado de vídeos que incluían temas de artistas de Universal tan célebres como Taylor Swift, Arianna Grande o Justin Bieber han desaparecido o han sido silenciados. En estos momentos, los usuarios que hacen uso de esos temas en sus creaciones audiovisuales para la red estarían incurriendo en una infracción de derechos de propiedad.
Se trata de un concepto relativamente nuevo. En sus primeros años, antes de que se fusionase con la Music.ly, TikTok venía a ser una especie de Salvaje Oeste digital en que los derechos de autor apenas se respetaban. Sin embargo, tras convertirse en la cuarta aplicación más popular del planeta, con unos 1.560 millones de usuarios mensuales activos, ByteDance empezó a tomarse esta cuestión muy en serio. Y no afecta solo a los contenidos musicales, sino también, por supuesto, a las imágenes.
La propiedad intelectual en TikTok
Todo el material que se sube a TikTok está sujeto a unas normas generales de protección de la propiedad comercial e intelectual. Se especifican en el apartado de avisos legales de su web y son sencillas e intuitivas. TikTok se reserva el derecho hacer uso publicitario del contenido original subido por los usuarios, pero les reconoce su propiedad intelectual y se compromete a tomar las medidas necesarias para protegerla.
Pese a todo, la red social especifica que no todos los usos no autorizados suponen necesariamente una infracción de derechos de autor y cita posibles excepciones, como los que prevé la doctrina de uso leal de los Estados Unidos o los considerados como actos permitidos de comercio justo de la Unión Europea, así como otras legislaciones locales semejantes.
En los casos en que sí se considere que se ha producido una infracción de derechos, la red se compromete a adoptar medidas como la eliminación del material ilegítimo o, en casos de infracciones múltiples, la suspensión temporal o definitiva de las cuentas de los infractores. En la práctica, si un usuario sube un contenido original y este es copiado, plagiado o robado por otra cuenta, puede denunciar la infracción de propiedad intelectual y solicitar que la copia ilícita sea eliminada de manera definitiva.
TikTok establece también una distinción entre cuentas personales y de empresa. Las primeras, al no tener utilidad comercial, pueden subir contenido con limitaciones muy escasas. Pueden, por ejemplo, acceder a todo el archivo musical de la red, en el que están representadas las principales discográficas, con excepciones como UMG. Cualquier tema que se encuentre en esas muy nutridas bibliotecas musicales puede usarse.
A las cuentas de empresa, en cambio, la red social china les pide un uso mucho más escrupuloso de los derechos de autor, por lo que no pueden hacer uso de canciones con copyright a menos que hayan solicitado (y obtenido, claro) lo correspondientes permisos.
Cómo evitar pasos en falso
TikTok añade también un sencillo protocolo para evitar eliminaciones de contenido y otras sanciones. En primer lugar, recomienda subir contenido original, de producción propia, el tipo de material al que el algoritmo de la red otorga el máximo alcance. En lo que a música se refiere, pide ceñirse a las canciones de la biblioteca. De poco sirve recurrir a trucos digitales para camuflar ese contenido, dado que los servidores de TikTok detectan las infracciones de copyright de manera automática.
Como consejos complementarios, se invita a los usuarios a utilizar obras exentas de derechos (contenido público o Creative Commons), abstenerse de reproducir creaciones de otros usuarios sin autorización expresa, y a citar la fuente original en caso de que se hayan inspirado en contenido ajeno o lo hayan citado u homenajeado. En general, recomiendan sentido común, respeto por la creatividad ajena y una cierta cortesía.
ByteDance recuerda, además, que convertirse en dueño de una cuenta de TikTok implica hacerse responsable del contenido que se publica en ella. Ante la duda, siempre existe la posibilidad de leer las condiciones de uso o consultar a alguno de los buzones de soporte técnico y legal de que dispone TikTok. Una vez más, un poder implica una responsabilidad, grande o pequeña.