El derecho de distribución es el derecho a distribuir la obra o autorizar que otros la distribuyan. Por «distribución» se entiende la puesta a disposición del público del original o de copias de la obra, en un soporte tangible. Puede ser mediante venta, alquiler, préstamo o de cualquier otra forma.
La distribución presupone la entrega de ejemplares físicos, ya sea en papel en disco o envío, pero también las descargas de Internet y los pagos por suscripción en línea. Por ejemplo, subir vídeos con derechos de autor o copyright a plataformas donde se monetiza el contenido como YouTube o plataformas de streaming.
La Ley de Propiedad Intelectual establece algunos casos en los que se pueden distribuir obras sin la autorización del titular de los derechos o del autor. Algunas excepciones son, por ejemplo, el uso de estas obras en ilustraciones docentes y de investigación, cuando se utilicen en beneficio de personas con discapacidad, cuando se usen con fines de seguridad pública, cuando estas obras se encuentren ubicadas de forma permanente en vías públicas, o cuando se presten en archivos, museos o bibliotecas.