Consulta
«He dibujado una mascota que ya registré con todos los derechos reservados. Uso esa mascota como plantilla para dibujar más.
He dibujado otra, con las mismas características del original, pero le he añadido características de personajes famosos que están bajo licencia como el peinado y la ropa peculiar. ¿Puedo registrar esta nueva mascota? Ya que entiendo que las características que he tomado son de una obra bajo licencia.»
Respuesta
Utilizar características de personajes famosos como elemento dentro de otros dibujos o creaciones artísticas es algo que nos resulta muy habitual hoy en día.
Es normal que surjan dudas en relación con la utilización de esas características especiales, ya que lo normal es que esos personajes no solo estén protegidos por el derecho de autor, sino también como marcas y diseños industriales.
A estos efectos, es muy importante conocer la figura de la parodia en la legislación de derechos de autor española. La parodia es un límite a los derechos de autor. El artículo 39 TRLPI dicta lo siguiente:
“No será considerada transformación que exija consentimiento del autor la parodia de la obra divulgada, mientras no implique riesgo de confusión con la misma ni se infiera un daño a la obra original o a su autor”.
Será parodia la obra que, con un pretexto humorístico o satírico, utilice elementos de una obra de un tercero para crear una obra nueva. Todo ello, además, sin necesidad de pedir autorización al titular de los derechos de la obra anterior. El único escollo que impediría parodiar libremente sería que exista riesgo de confusión con la obra anterior, o que se le infrinja un daño a la obra anterior o a su autor.
Es elemento definitorio de la parodia la existencia de un cierto carácter satírico o humorístico. Esto excluye las transformaciones de obras anteriores que carezcan de este sentido, las cuales si precisarán de autorización.
La conducta descrita en la consulta sí que parece, a todas luces, poder incardinarse dentro del género de la parodia, al mezclar dibujos de mascotas con elementos característicos de personajes famosos. La obra resultante tendrá que desprender ese carácter humorístico, diferenciarse claramente de las obras anteriores, y no perjudicar a la obra anterior ni a su autor.
