Consulta
«Tengo 23 libros escritos y publicados también con registro de propiedad intelectual aquí, en Safe Creative. Mis preguntas son:
¿Puedo convertir mi nombre de autor en marca registrada?
¿Puedo registrar el nombre del protagonista principal de mis novelas como marca registrada?»
Respuesta
Legislación española:
- Ley 17/2001, de 7 de diciembre, de Marcas.
- Real Decreto 687/2002, de 12 de julio, por el que se aprueba el Reglamento para la ejecución de la Ley 17/2001, de 7 de diciembre, de Marcas.
- Real Decreto Legislativo 1/1996, de 12 de abril, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley de Propiedad Intelectual, regularizando, aclarando y armonizando las disposiciones legales vigentes sobre la materia. Legislación Europea
- REGLAMENTO (UE) 2017/1001 DEL PARLAMENTO EUROPEO Y DEL CONSEJO de 14 de junio de 2017 sobre la marca de la Unión Europea
Derechos de autor y propiedad industrial
La propiedad intelectual (derechos de autor) y la propiedad industrial (marcas, diseños industriales, patentes…) son completamente compatibles. Partiendo de esta base sabemos que, en el ámbito literario, la protección de la propiedad intelectual es un aspecto fundamental para los autores. Si, además, lo que se busca es construir una marca alrededor de su nombre y sus obras, convertir su nombre de autor como marca registrada es un recurso excelente, dirigido a proteger su nombre dentro del tráfico mercantil.
Los derechos de autor protegen el contenido de sus obras, ya sea un libro, una película o una canción. Mientras que, el derecho de marca, otorga una protección más allá. Se trata de una herramienta que ofrece un nivel adicional de protección y reconocimiento en el mercado.
Es importante recalcar que cuando hablamos de protección de marcas, nos centramos en los signos distintivos, estos son los que identifican productos o servicios en el mercado. Las marcas pueden ser nombres, logotipos, imágenes o signos que distingan dichos productos o servicios de los de otros en el mercado, pues en esto se basa su objetivo principal. Se trata de evitar confusiones entre productos y proteger la reputación de una empresa o, como en este caso, individuo.
Por otro lado, la protección de derechos de autor abarca el contenido original de las obras, es decir, todo el conjunto de expresiones creativas. Los derechos de autor protegen al creador de una obra, de forma que otros no puedan plagiar, distribuir o modificar su trabajo sin permiso, pero no protegen el nombre o signo distintivo bajo el cual se comercializa. Eso es tarea de las marcas.
En torno a esta distinción, surgen una serie de dudas que pueden darnos un campo de visión muy amplio respecto de la protección de las obras o creaciones artísticas, de sus autores y de las marcas:
¿Puedo convertir mi nombre de autor en «marca registrada»?
La respuesta es sí, es posible registrar tu nombre de autor, pues las marcas obedecen a un signo distintivo que esté asociado a productos o servicios en el mercado. Si quieres registrar el nombre bajo el que publicas tus libros, incluso si es un seudónimo, podrá ser registrado para tus servicios como escritor siempre y cuando se dirija a un uso comercial.
No obstante, no debemos olvidar que debe cumplir una serie de requisitos para poder ser objeto de registro. Las marcas están sometidas a prohibiciones absolutas y relativas, según lo previsto en la Ley de Marcas. Las absolutas se centran en aspectos sobre el signo distintivo de la marca; las relativas, en anterioridades de marca respecto de terceros.
Más información: Requisitos de registrabilidad de marca, no todo es registrable
Como ejemplo, podemos observar el registro de J.K. Rowling, autora de la serie de Harry Potter. El registro de su nombre le permite tener un control sobre la comercialización de los libros. No sólo eso, sino también de las películas, productos derivados y otros elementos asociados a su figura y a su obra.
Otro ejemplo claro es el registro de Stephen King, el renombrado autor de novelas. Ha registrado su nombre como marca para proteger su uso en la venta de libros y en la producción de contenido audiovisual.
Los registros de este tipo permiten a los autores o a sus herederos controlar el uso comercial de su nombre y proteger la identidad de su marca frente a terceros.
¿Puedo registrar el nombre del protagonista principal de mis novelas como «marca registrada»?
Nuevamente, la respuesta es sí, pero depende del contexto y del uso que le des al nombre. Tan sólo es viable el registro del nombre de un personaje literario cuando la finalidad es comercializar productos o servicios relacionados, como merchandising, productos digitales, adaptaciones audiovisuales… Ya hemos visto que las marcas se dirigen a distinguir productos o servicios del mercado de los de otras empresas o individuos. Es por eso que un título de un libro o el nombre del protagonista principal de las novelas debe tener en cuenta esta finalidad.
El registro del nombre de un protagonista de novela como marca registrada puede ser una estrategia valiosa para proteger y comercializar el personaje. No obstante, como vemos, también implica desafíos específicos. Como decíamos en la cuestión anterior, la marca se enfrenta a ciertos requisitos legales.
En este caso, a la hora del registro de un nombre como este, debemos saber que el personaje debe utilizarse comercialmente, no sólo en el contexto de la obra literaria, sino en productos o servicios. Esto podría incluir merchandising, adaptaciones audiovisuales, videojuegos, etc. Si el nombre tan sólo aparece en los libros, el registro podría ser complicado. Por ejemplo: Marina, en el libro de Carlos Ruiz Zafón del mismo nombre.
Además, el nombre del personaje debe tener un carácter distintivo y reconocible ya que debe evitar confusión con otros nombres ya registrados. Los nombres comunes, genéricos o descriptivos, suelen ser rechazados, a menos que el nombre del personaje sea fácilmente identificable. Por ejemplo: Harry Potter o Sherlock Holmes.
Si nos centramos en el caso de Harry Potter, tenemos un claro ejemplo de nombre de personaje literario que cumple con los requisitos para establecerse como marca. Es un signo suficientemente único y distintivo que se dirige y se diferencia de los de otros productos o servicios del mercado. Hoy en día cubre una amplia gama de productos: películas, merchandising, juguetes, videojuegos, ropa, parques temáticos y mucho más. Como vemos en este ejemplo, el uso comercial en diferentes industrias permite que el nombre del personaje literario sea reconocido como marca en sí misma.
Los titulares de la marca en cuestión pueden impedir usos no autorizados o confusos del nombre de Harry Potter en el mercado. También pueden controlar cómo y dónde se usa el nombre, asegurando que sólo los productos oficiales y autorizados lleven la marca. De esta forma se protegen del aprovechamiento de su reputación por parte de terceros y se aseguran de que el nombre aporte valor a la marca.
Conclusión
En definitiva, podemos apreciar un sí en ambas cuestiones, pero atendiendo siempre a las consideraciones y recomendaciones establecidas:
El nombre de autor:
- Puede registrarse si cumple con los requisitos establecidos legalmente para el registro de marcas, atendiendo a la finalidad del registro de marcas. Tanto si se trata de su nombre civil como de un seudónimo.
- Debemos cumplir con lo dispuesto en las prohibiciones absolutas de registro. Como ya hemos dicho, éstas atienden a cuestiones relacionadas con el signo distintivo en sí. Por ejemplo: la prohibición de la falta de carácter distintivo, ya que debe ser único y diferenciable, o la prohibición de signos engañosos que puedan confundir al consumidor. También debemos cumplir con lo dispuesto en las prohibiciones relativas, pues no debemos interferir con anterioridades de marca de terceros. Aunque de esto podremos encargarnos nosotros en el estudio de registrabilidad de Safe Creative.
El nombre de un personaje literario:
- Debe cumplir con los requisitos establecidos legalmente para el registro de marcas, y cumplir con la finalidad de las mismas.
- Debe cumplir con lo dispuesto en las prohibiciones absolutas y relativas de registro de marcas.
- Y, por último, debe atender especialmente al contexto y uso que se le dé al nombre en cuestión: el personaje literario podrá ser objeto de registro de marca cuando la finalidad sea comercializar productos o servicios relacionados.