Jason M. Allen, creador de una pieza de arte con Midjourney ganadora de un premio, mantiene una batalla legal para protegerla con derechos de autor. Ha presentado una apelación en un tribunal federal en Colorado para revocar la decisión de la Oficina de Derechos de Autor de Estados Unidos (USCO), que ha denegado el registro de Théâtre D’opéra Spatial por «no tener autoría humana». Allen alega que, al no contar con protección, está perdiendo millones de dólares por el robo de su obra.
La USCO rechazó en septiembre de 2023 la inscripción en el registro
Desde finales de 2022, ha tratado de registrar su obra, que representa una corte real futurista, como obra protegida por derechos de autor. Sin embargo, en septiembre del año pasado, la Junta de Revisión de la USCO decidió rechazar el registro de Théâtre D’opéra Spatial, la imagen generada por IA con la que Allen ganó el concurso de arte de la Feria Estatal de Colorado de 2022.
Dictaminó que la obra no estaba realizada por un humano
En línea con dictámenes anteriores, la Oficina de Derechos de Autor denegó su inscripción en el registro: «Si su creador, Jason M. Allen, hubiera utilizado Midjourney de forma mínima e insignificante, todavía podría decirse que fue su autor humano», pero «su única contribución a la imagen fue ingresar el texto que la generó», según recoge Art News.
La apelación alega pérdidas económicas por no contar con derechos de autor
Ahora, ha solicitado a un tribunal federal de Colorado que revoque la decisión. En la apelación argumenta que debería recibir derechos de autor para su obra como una manifestación de su creatividad. Su principal preocupación, informa Gizmodo, es que no está ganando suficiente dinero con la obra. «He experimentado una erosión de precios en el sentido de que hay un valor percibido menor de mi obra, lo que ha afectado mi capacidad para cobrar tarifas de licencia estándar de la industria», ha declarado a Colorado Public Radio.
Allen denuncia el robo de su obra sin crédito ni compensación
Por otro lado, Allen se queja de que están «robando» su obra sin percibir compensación. «La negativa de la Oficina de Derechos de Autor a registrar Théâtre D’Opéra Spatial me ha puesto en una posición terrible, sin recursos contra quienes están robando descarada y repetidamente mi obra sin compensación ni crédito», ha manifestado Allen. Además, asegura que se han producido casos en los que han «copiado descaradamente mi obra, incorporando la pieza completa en una nueva» y que «hay personas que literalmente han publicado mi obra para venderla como impresión o como criptoarte en OpenSea o Etsy», plataformas de venta en línea dedicadas al comercio de NFT y de artículos decorativos.
La herramienta de IA que usó para su creación está acusada de robo por artistas
Estas afirmaciones, como apunta Gizmodo, resultan paradójicas si se tiene en cuenta que los creadores de la herramienta de IA que utilizó para su creación han sido acusados por un grupo de artistas que afirman que sus obras han sido utilizadas, sin compensación no crédito, para entrenar el algoritmo que ayudó a Allen a crear Théâtre D’Opéra Spatial.
Tamara Pester, abogada de Allen, asegura que su defendido «tenía una idea artística específica concebida en su mente y utilizó Midjourney como una herramienta para expresar artísticamente esa idea. Tal aporte creativo es comparable al expresado por otros tipos de artistas y puede ser objeto de protección de derechos de autor». De hecho, Allen siempre ha sostenido que utilizó, al menos, 624 textos y revisiones como instrucciones para la generación de las imágenes en Midjourney. Tras obtenerlas, las editó con Adobe Photoshop y, después, las redimensionó con otra herramienta llamada Gigapixel, que mejora la calidad de las fotografías mediante IA.
La defensa pide nuevos marcos legales para proteger obras hechas con IA
Del mismo modo, Pester ha declarado que la negativa de la USCO a reconocer la autoría humana en creaciones asistidas por IA «destaca un problema crítico en la ley moderna de propiedad intelectual. A medida que la IA continúa evolucionando, es imperativo que nuestros marcos legales se adapten para proteger los derechos de quienes utilizan estas tecnologías para la expresión creativa».
Este caso, que generó gran controversia en la comunidad artística, fue la punta de lanza para que los concursos de diseño incluyeran el uso de la IA bajo ciertas reglas. Ahora, la apelación de Allen muestra la tensión actual entre el avance tecnológico y las nociones tradicionales de creatividad y autoría a medida que las herramientas de IA se vuelven más frecuentes en las industrias creativas. Así, la resolución podría sentar un precedente importante sobre cómo se aplica la legislación sobre derechos de autor a las obras generadas por IA.
Fuentes: Gizmodo, Urban Tecno, CPR News
